María Teresa Campos sigue ingresada en la Clínica La Luz de Madrid a consecuencia de "un fuerte dolor abdominal" que, según parece, podría ser consecuencia de alguna molestia surgida a raíz de su operación de vesícula en junio de 2016.
Todo apunta a que no se trata de nada grave, aunque sus hijas se llevaron un buen susto cuando se enteraron. La propia Terelu me ha confirmado que de momento se queda en la clínica: "Habrá que esperar cómo evoluciona, de momento se queda ingresada".
Su otra hija, Carmen, ha explicado a los medios que se encuentra apostados en las puertas del centro hospitalario que la presentadora ya ha ingerido alimentos sólidos, lo que le da cierta tranquilidad.
Como era de esperar, el novio de Campos, Edmundo Arrocet, ha quitado importancia al hecho y ha bromeado sobre el ingreso de la presentadora diciendo que "le gusta mucho comer dulces".
En principio parece que está todo controlado y si la evolución es favorable, los médicos le darán el alta. Sus hijas no se han separado ni un segundo de su madre y además han tenido la deferencia de atender en todo momento a los periodistas.
Ojalá que dentro de poco podamos volver a ver a Teresa en un plató, que es su verdadera pasión.