Menú

Bertín Osborne y Fabiola Martínez quieren casarse otra vez y renovar sus votos

Ambos, Bertín y Fabiola, ya tuvieron cada uno otra experiencia matrimonial.

Ambos, Bertín y Fabiola, ya tuvieron cada uno otra experiencia matrimonial.
Bertín y Fabiola | Gtres

Hay parejas tan felices que cuando celebran algún aniversario de boda especial deciden renovar sus votos matrimoniales, en acepción eclesiástica; esto es, escuchar de nuevo la Epístola de San Pablo. Caso de Bertín Osborne y Fabiola Martínez que se casaron hace doce años. Se cumplirán exactamente el 10 de junio. Fue esa fecha en 2006 cuando celebraron su enlace en la Hacienda San José, de Sevilla. Los casó un tío del novio, hermano de la madre del cantante, siendo padrinos el progenitor de la novia y una hermana de Bertín, Teresa. Fabiola se permitió llegar casi una hora más tarde de la hora convenida, lo que suscitó las consiguientes bromas entre algunos de los trescientos invitados al evento. Bertín, que iba de chaqué, respiró tranquilo al verla llegar luciendo un espléndido vestido de Rosa Clará, especialista en esos eventos nupciales.

Bertín Osborne era por esas calendas un intérprete de canciones románticas suficientemente conocido, pero de Fabiola Martínez se sabía poco. Con los años iba a convertirse en la mujer que definitivamente acabó con las veleidades amorosas de un impenitente mujeriego. Bertín Osborne, desde que se diera a conocer como cantante a partir de 1981 con su disco "Amor mediterráneo", fue un habitual personaje en la prensa rosa, que contó con pelos y señales sus prolíficos romances, a saber, entre otros: Ana Obregón, Mar Flores, Paloma Lago, Gabriela Sabatini, Arianne Brown, Brigitte Nielsen, Mónica Schwartz, Bárbara Carrera (se la presenté yo mismo), Sofía de Habsburgo, Sandra Domecq, parece también que "roneó" con Terelu Campos, y un sinfín de jovencitas, y menos jóvenes, desconocidas para los lectores de esos semanarios del corazón. Mas cuando se casó con Fabiola Martínez, digamos que el seductor resultó seducido. O aquello otro de que el conquistador se retiró a sus cuarteles de invierno, lo que también se entiende como el reposo del guerrero. Pero ¿quién es la mujer que ha logrado ese cambio, aun entendiendo que Bertín Osborne ya no era el arrogante donjuán, veinte años mayor que su encantadora esposa.

fabiola-martinez-chic.jpg
Fabiola Martínez | Archivo

Fabiola Martínez Benavides nació en Maracaibo, Venezuela, hace cuarenta y cinco años. En un hogar de clase media: madre ama de casa y padre ocupado en el negocio de sus antepasados, una serrería. Iba a estudiar Medicina pero parece que ni siquiera se presentó a los exámenes de primer curso, atraída por el mundo de la moda, al que accedió tras participar en 1993 en el concurso de Miss Venezuela. No fue siquiera finalista pero llamó la atención por su belleza y elegancia. Primero fue azafata de congresos y después pasó a desfilar en las pasarelas, a ser modelo fotográfica y a ocasional actriz de algunos culebrones televisivos. Sus expectativas como modelo internacional se confirmaron al ser contratada por empresas de Inglaterra, Alemania e Italia.

Tuvo algunos amores juveniles. Alentó, vía Internet, un supuesto enamoramiento con un gallego, mas la cosa únicamente quedó en un intercambio cibernético, sin conocerse personalmente. Sí que tuvo un noviazgo más serio que acabó en boda en Venezuela. Nunca ha querido Fabiola destapar la identidad de su primer marido, del que se divorció un año más tarde, viajando a España. Adquirió la doble nacionalidad venezolana-española. Y continuó con sus trabajos de modelo. Se prestó a una campaña de promoción de una conocida marca de manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. Y con el tiempo hasta presentaría un programa en la cadena de televisión Divinity, Bebé a bordo. Por su fotogenia intervino en la filmación de varios "video-clips" de algunos de nuestros principales cantantes: Julio Iglesias, Alejandro Sanz ("Y si fuera ella")… y Bertín Osborne. El rodaje con este último sucedió en Sevilla. A Bertín no se le escapó la figura de aquella modelo, que se limitaba a aparecer brevísimamente en imágenes mientras él hacía el consabido "play-back". Bertín le pidió su número de teléfono. Y poco después iniciaban una discreta relación íntima que, por cierto, pasó inadvertida para los casi siempre perspicaces "paparazzis".

Cinco años duraron en aquella situación hasta que Bertín Osborne le pidió matrimonio, una vez seguro de sus sentimientos, y ya hacía tiempo solventada su situación legal con su primera esposa, la infortunada Alejandra Domécq, de la que se había divorciado en 1991, y con quien tuvo cuatro hijos, uno de ellos, Christian, muerto nada más nacer. No sería la única tragedia para Bertín Osborne pues cuando se encontraba más feliz que nunca al lado de su segunda esposa, ésta alumbró el 31 de enero de 2007 a su primer vástago, Norberto Enrique (Kike), que vino al mundo tras veintinueve semanas de gestación, con una lesión cerebral seguida de parálisis, consecuencia de una infección intrauterina. Confesaría públicamente Bertín lo que le dijo, atribulada, Fabiola: "¡Perdóname por no haberte dado un hijo sano como yo quería!". Semejante frase hizo llorar al cantante quien desde aquel momento, dando una lección de amor y dignidad, responsable y haciendo de tripas corazón, prometió dedicar todo su empeño para que la vida de su hijo transcurriera lo más felizmente posible. Transcurridas las primeras semanas en las que se temió por su vida, conforme fue recuperándose, los padres de la criatura dieron en crear una Fundación que se ocupa de favorecer la investigación para ayuda de cuantos niños en España sufren la misma enfermedad. La preside Bertín, y Fabiola es una activa vicepresidenta. Se ocupa también de llevar las riendas del negocio de productos de alimentación de su marido en calidad de coordinadora de márketing y publicidad. El nacimiento el 20 de noviembre de 2008 de su segundo hijo, Carlos Alberto fue un bálsamo dichoso para la sufrida pareja y un motivo más de felicidad. "Kike", por supuesto, sigue siendo su ojito derecho. Un niño inteligente que precisa de muchas atenciones y no podrá servirse por sí mismo, al menos de momento y tal vez esté condenado de por vida a sus inevitables ya deficiencias mentales y físicas.

bertin-osborne-sandra-domecq.jpg
Con Sandra Domecq y su hija Alejandra | Archivo

Bertín Osborne ha encontrado en su programa de televisión un importante acicate profesional, que complementa con sus discos y sus funciones teatrales junto al humorista Arévalo. No dudó en someterse a una operación de trasplante de cabello. Motivo a veces de chanza cuando se suscita que Fabiola Martínez no tuvo inconveniente en prestarse a un par de intervenciones, una de rinoplastia y otra de liposucción en las caderas. Ambos se cuidan, hacen gimnasia, vigilan su alimentación y consecuentemente el régimen y el peso. Ella mantiene una excelente relación con las tres hijas de Bertín y sus nietos. Una mujer admirable, que ayuda todo lo que puede a sus familiares radicados en Venezuela… menos a su abuela, confesa chavista, a la que se niegan a enviarle siquiera medicinas, en vista de su empecinamiento al manifestar su entusiasta apoyo a la política del dictador Nicolás Maduro, culpable de la tragedia que vive el país.

Temas

En Chic

    0
    comentarios