Rumores de divorcio en Marruecos. El rey Mohamed VI, recién operado de una arritmia cardíaca en París, podría estar en pleno proceso de separación de su esposa, Lalla Salma.
De la princesa, de 39 años, no hay testimonio gráfico desde que su marido fuese tratado en la capital francesa. Es más, el monarca ha sido visto con una joven marroquí y con Mélanie Amar, una conocida personalidad de los medios franceses, e incluso se ha fotografiado con su familia, pero jamás con su mujer.
La pareja contrajo matrimonio en el 2002. Ella, ingeniera infomática nacida en Fez, ayudó a dar una imagen de cierta modernidad a la monarquía de Mohamed VI, quince años mayor que ella. Durante el reinado de su padre, Hasan II, la mujer del Rey jamás apareció en público, cosa que no ocurrió en el caso de Lalla.
Mohamed VI ha tenido dos hijos con ella: un niño (el heredero Mulay Hasan, de 15 años) y una niña (la princesa Jadija, de 11). En Marruecos, el romance de la prensa con Lalla, que ha sido duramente criticada por no acudir a la operación de su marido, convaleciente en el hospital desde finales de febrero, hace tiempo que ha terminado.
Citando el caso del sha de Persia, a quien echó el ayatolá Jomeini, Federico Jiménez Losantos citó en Es la mañana las dificultades que podría generar para España el divorcio real en Marruecos.
Marruecos es un país musulman, y el sultán de Marruecos es el jefe religioso y politico, comendador de los creyentes. ¿Por qué es malo el asunto? Las elecciones allí las ganaron los islamistas en todas las grandes ciudades. Y Marruecos está a cero kilómetros de España, porque es Ceuta y es Melilla. Si se separa el sultán por problemas en su vida privada, el lío que va a haber en Marruecos es morrocotudo.