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Boris Izaguirre llora por Venezuela

Tiempo de tormentas, la novela autobiográfica del venezolano, es un relato inocente sobre la búsqueda y el encuentro. 

Tiempo de tormentas, la novela autobiográfica del venezolano, es un relato inocente sobre la búsqueda y el encuentro. 
Boris Izaguirre | Gtres

El escritor Boris Izaguirre novela su autobiografía en Tiempo de tormentas (Planeta), una obra que recorre desde sus primeros años en Venezuela hasta alcanzar la fama en España. Una novela atrevida, irreverente, divertida pero, sobre todo, inteligente. La representación del Boris más desconocido y sorprendente.

Tiempo de Tormentas es una historia personal que se desarrolla en un contexto muy determinado: el de la evolución política y social de un país, Venezuela, con un gran potencial, pero cuyos gobernantes no supieron estar a la altura de sus posibilidades. Boris refleja a la perfección el deterioro de su país, describiendo con acierto la riqueza de los años setenta, época de su adolescencia, gracias al petróleo. "En mi país, no había inestabilidad política, sino un nivel de bonanza que, como había dicho mi padre, no sabíamos qué hacer con tanto dinero. Tenía toda la razón, los empresarios de Venezuela se volvieron supermillonarios sin ajustar la desigualdad social".

Boris describe en primera persona el caos y la violencia que se instauró en su país y el intento de golpe de estado de Hugo Chávez: "Mi país, mi ciudad, Caracas, ya no eran más que escombros. Ahora, es un país que ha fracasado, un desastre". Una magnífica crónica de lo que ocurre en Venezuela, el país que le vio crecer y al que, debido a la situación política, ha rechazado volver.

Marcado de por vida

Uno de los capítulos más crudos del libro es cuando Izaguirre describe la violación que sufrió siendo adolescente por otros tres jóvenes. Reconoce que no fue fácil superarlo: "A esas personas no los volví a ver y no podría decir siquiera sus nombres. Recuerdo el inmediato después, llegar a mi casa y cómo mi madre me ayudó y me pidió que fuera sincero. Ese incidente violentó el edificio protector construido en torno a mí, pero lo importante para mi madre fue que no me desmoronara y culpabilizara a mi forma de ser de lo que había ocurrido".

Boris termina en el hospital, maltrecho. Pero mucho perores serían las consecuencias de tipo emocional que le acompañarían durante el resto de su vida.

Belle Epoque

Escribe en la novela que tenía todas las papeletas para no ser una persona pública ni aceptada. "No tengo ningún virtuosismo pero probablemente mis padres pensaron que mi diferencia generaría un talento", señala el venezolano, quien reconoce que, durante años, ha estado resonando el consejo de su madre: no intentes llamar la atención porque ya llamas la atención. La fama y los sacrificios que Izaguirre tuvo que aceptar para llegar a ella recorren las páginas. "Ahora veo a la fama más peligrosa, porque es una presión más: la fama te escoge a ti, te exprime y te vomita".

La llegada a España a principios de los 90 –que califica en la novela como Belle Epoque–, está marcada por la fascinación que sintió al conocer un país tan distinto al suyo, pero que tan bien lo acogió. Al igual que en el caso de Venezuela, Boris va poniendo en contexto su experiencia personal, situándola junto a los acontecimiento sociales y políticos de la época. La historia reciente de España, sus gentes y su ambiente.

En definitiva, la impecable prosa de Boris revela un protagonista honesto y sin artificios, que cuenta sencillamente su vida. Y lo hace con una valentía que aprendió de sus padres. El retrato de una vida compleja e intensa. Una vida que no dejará indiferente a nadie.

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