El enlace matrimonial de Meghan Markle y el príncipe Harry, según Jaime Peñafiel, es "la boda más surrealista de todas las celebradas" durante el reinado de Isabel de Inglaterra. En un artículo publicado en El Mundo, el periodista se escandaliza: "¡Quién le iba a decir a la reina más reina del mundo (…) que sus hijos y en este caso, nieto, se casarían no sólo con plebeyas y divorciadas sino con mestizas!".
Peñafiel dice que la boda de Harry con "la mestiza afroamericana" Markle es "la primera que se celebra sin la presencia de miembros de Familias Reales a ningún nivel". "Dicen que estos matrimonios modernizan las monarquías, acercándolas al pueblo cuando, en realidad, se vulgarizan", añade el periodista.
Peñafiel apunta que, debido a "esta vulgarización", la Reina decidió autorizar "esta boda pero no en Westminster ni en Buckingham sino en Windsor, donde se celebró la de Carlos con Camila". "Conocedora –remata– Su Graciosa Majestad de la endogamia que rige, todavía, en la mayoría de las Familias Reales, para evitar desaires decidió que no se cursaran invitaciones. Ni siquiera a aquellos relacionados con ella por lazos familiares, como los reyes españoles, y que la boda real fuera todo lo interracial que los novios querían, pero de bajo nivel".