Tras un año cargado de trabajo, Paz Padilla disfrutó de sus merecidas vacaciones a bordo de un yate en Formentera. Y no estuvo sola: la acompañó su inseparable hija Anna Ferrer, que es un calco de su madre. La joven ha pasado todo el curso de Erasmus en Inglaterra y era el momento de disfrutar de una escapada solo para chicas.
Según cuenta Diez Minutos, la presentadora y su hija alquilaron un apartamento de lujo en la isla que Anna mostró a sus seguidores de Instagram. Pero el día lo pasaron recorriendo la isla en moto de agua, con parada para comer en un chiringuito y navegando con un yate llamado Dolce Vita.
Los fotógrafos captaron imágenes de madre e hija muy cómplices y pasándoselo en grande. Entre chapuzones y risas, ambas se hicieron infinidad de fotos para compartirlas después en sus respectivas cuentas de Instagram. Se nota que Anna compagina sus estudios de Economía con su trabajo como influencer y youtuber, ya que Paz no soltó el móvil para hacerle fotos. Dicen que por cada una de las fotografías que publica, Anna podría cobrar unos 2.000 euros, y si se trata de un vídeo, hasta 22.000, explica la publicación.
Anna luce estupenda con 21 años, pero Paz tiene un cuerpazo a sus 48. A la presentadora le encanta hacer ejercicio y en sus vacaciones no hizo ningún parón, ya que aprovechó para hacer TRX.