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Una excompañera de la universidad escribe una carta pública a Sara Carbonero

En ella, María Jiménez compara su carrera periodística con la de la mujer de Íker Casillas. 

En ella, María Jiménez compara su carrera periodística con la de la mujer de Íker Casillas. 
Sara Carbonero | Archivo

María Jiménez, una antigua compañera de universidad de Sara Carbonero, ha escrito una carta en el portal Tribus Ocultas donde compara su carrera periodística con la de la famosa comunicadora. "No mentiré cuando digo que no ha sido hasta que he cumplido los 34 años cuando me he dado cuenta de cuán distintas pueden ser las trayectorias de dos personas que compartieron pupitre en la universidad. Aunque yo terminé la carrera y ella no, lo cierto es que su vida le ha ido muchísimo mejor que la mía", comienza escribiendo.

Jiménez asegura que comenzó a reflexionar sobre su trayectoria profesional durante un paseo por Gran Vía, tras ver a Carbonero en un anuncio publicitario en un edificio: "¿Qué narices he hecho yo con mi vida para no estar ahí colgada? ¿Por qué ella y no yo? ¿Qué paso dio Sara que yo no di o viceversa?", se pregunta.

"Cierto es que no soy guapa como Sara, ni poseo esa magnética mirada que encandila a la cámara. Tampoco cuido mis redes sociales y no tengo ninguna intención de montar una marca de ropa, pero envidio su éxito. No por el hecho de ser famosa, sino por haber sido capaz de estar a todo. En serio, ¿cómo lo ha hecho para llegar a todo?", continúa.

La compañera de Carbonero asegura que cuando mira atrás y repasa su vida "solo veo saltos de trabajo en trabajo por la maldita crisis, clases de inglés para intentar no quedarme atrás con el maldito (y demandado) bilingüismo, mudanzas en busca de un alquiler asequible, relaciones sentimentales fallidas y auténticos malabarismos para llegar a fin de mes".

"Pocahontas la apodaron desde primero de carrera los que no tenían el placer de ser de su círculo de amigos. Su pelo largo y lacio, su tez morena, sus ojazos y su esbelta silueta hicieron fácil la elección de su mote. Yo nunca supe el mío, aunque quizás nunca tuve. Yo no dejo sin respiración una clase entera ni ilumino una habitación con mi presencia. Tampoco cubrí un Mundial de Fútbol ni me besó mi novio delante de toda España, tras ganar la Copa del Mundo", concluye.

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