No es fácil ver a la Familia Real al completo. Pero este año en Palma se han dejado ver con más asiduidad que en años anteriores, y han posado delante de los medios con una sonrisa más generosa. Eso sí, la que menos amable ha estado fue la Infanta Elena, a quien se la pudo ver muy enfadada uno de los días que salió a competir en las regatas recién celebradas.
Una vez finalizadas las pruebas de vela siguen disfrutando de unos días de vacaciones, y salieron a cenar al restaurante Ola de Mar, en Portixol, un puerto situado a la entrada de Palma. Aparte de los reyes y la princesa Leonor y la infanta Sofía, también acudieron Doña Sofía, su hermana la princesa Irene, y -he aquí la sorpresa- la aparición de la infanta Elena que llegó acompañada de sus hijos Froilán y Victoria Federica.
Me comentan que el cambio que ha dado el primogénito de Doña Elena es impresionante. Felipe Juan Froilán atiende a la prensa mejor que nadie, se muestra muy educado y atento, posando de buen grado ante los medios, y atrás quedaron las rabietas y los desplantes. Ha sido a quien menos se ha visto, al no aparecer por el puerto deportivo, pero a cambio ha salido con amigos alguna noche, lo normal en chicos de su edad.
Sin embargo, su hermana Victoria Federica se muestra mucho más retraída ante los medios. Según me cuentan, fue el centro de atención el día de la cena, y como es habitual en ella, lució su larga melena, recogida en coleta baja, con una falda de gran caída en tonos amarillo y blanco y blusa blanca de rayas. Su madre optó por unos pantalones en tonos azules y blancos, Froilán chinos beige, y camisa azul de cuello Mao.