El incidente dentro del Ikea de Sevilla protagonizado por Isabel Pantoja y uno o varios paparazzi podría salir caro a estos últimos. La demanda de la tonadillera a través de su abogada Cynthia Ruiz ya ha sido presentada y admitida a trámite en un Juzgado de Instrucción sevillano.
El relato de los hechos de Pantoja despeja dudas, al menos según su versión, sobre lo ocurrido dentro del centro comercial: hubo versiones de los acontecimientos que situaban a la cantante como agresora, y la demanda viene a disipar cualquier posible malentendido.
Con ella estaba, como se sabía, su nuera Irene Rosales, que refuerza el testimonio de Pantoja. Ambas "fueron a realizar unas compras cuando se dieron cuenta de que estaban haciendo fotografías dentro del recinto privado y en el desarrollo de una actividad privada".
La demanda, que fue calificada como de "contundente" en el programa Ya es mediodía, subraya el "continuo hostigamiento" al que se le somete a Pantoja, una situación que le "produce un grave estado de ansiedad y fobia a salir de su casa".
El texto, por tanto, pide que los causantes de la situación en el Ikea sean juzgados por "descubrimiento y revelación de secretos". La demanda, ya admitida, podría poner en graves problemas a los causantes y sentar un nuevo precedente para Pantoja, cada vez más harta de la prensa que hostiga a su familia.