La revista ¡Hola! publica el miércoles las mejores imágenes de la puesta de largo de Tana Rivera. La hija de Fran Rivera y Eugenia Martínez de Irujo fue la protagonista de una gran fiesta en La Pizana, a la que acudieron casi cuatrocientos invitados, una propiedad situada en las afueras de Sevilla que la duquesa de Alba regaló a Eugenia con motivo de su boda.
Los orgullosos padres han rehecho su vida, pero acudieron a esta cita tradicional en los Alba (Eugenia la vivió en el 87, Cayetana en el 43) sabiendo que el centro de todo debía ser su hija. Tana, sobrina del duque de Alba, lució radiante en la celebración con un vestido rojo sin mangas, los pendientes de su abuela, de coral y ónix, un moño trenzado al estilo andaluz y un sobrio maquillaje de Piti Pastor.
Los Alba y los Rivera se reunieron, por tanto, en un marco agreste ubicado a escasos cuarenta kilómetros de Sevilla bajo un riguroso "dress code" de esmoquin para ellos y traje largo para ellas. La fiesta, eso sí, transcurrió bajo la lluvia, ya que una tormenta de relámpagos y truenos acompañó en todo momento la entrada de los invitados. Hubo que cambiar de planes sobre la marcha y pasar del aire libre a un espacio cerrado, donde se sirvió el menú.
Kiko Rivera y Cayetano estuvieron también entre los invitados, y también sus tíos por parte materna, demostrando que los hermanos no están tan distanciados como parece en ocasiones: Carlos Fitz-James Stuart, actual duque; Cayetano Martínez de Irujo, su hermano Fernando y Alfonso no dudaron en hacer acto de presencia. Hubo otros como Narcís Rebollo, pareja de Eugenia; el cuarteto Maureen Choi, el grupo Art Zaldivar, Juan Magán y otros nombres importantes de la industria musical. También Felipe y Victoria de Marichalar, que también acaba de cumplir 18 años.
Las doce de la noche, informa ¡Hola!, fue el momento señalado para un baile sorpresa que emocionó a la anfitriona de la noche. Kiko Rivera protagonizó una animada sesión en la que mostró su faceta de Dj, aunque también él mismo se emocionó al recibir un premio, esta vez de su hermano Cayetano. Fran también regaló, pero a su hija: su obsequio fue un vídeo en el que recorría su vida a través de cientos de fotografías. Y también hubo más regalos para Tana, esta vez más tangibles: un caballo llamado Garbancero y un cerdito envuelto en pañales.