Iñaki Urdangarín continúa cumpliendo su condena de cinco años y diez meses en la cárcel de Brieva por prevaricación, malversación, tráfico de influencias, fraude y dos delitos fiscales. Según se ha conocido esta semana, correr se ha convertido en la única actividad con la que el marido de la infanta intenta aliviar sus días de soledad. Es el único recluso masculino dentro de la prisión para mujeres, donde él mismo pidió cumplir la condena y donde, aseguran, da vueltas sin parar por el pequeño patio de la prisión.
Según asegura el suplemento Crónica de El Mundo, el exduque de Palma ha hecho una petición a los funcionarios que le atienden a diario: "Por favor, habladme porque si no me voy a volver loco". También aseguran que se dirige a ellos con "exquisita educación" aunque nunca comenta nada de su vida privada.
Este fin de semana, el medallista olímpico recibió la visita de dos de sus hermanos en la cárcel. Mikel Urdangarin y Clara Urdangarin con su marido, Joseba Etxebeste, acudieron a las inmediaciones del centro penitenciario, donde el exduque de Palma cumple condena desde el pasado 18 de junio. Clara y Mikel apoyaron a Urdangarin durante todo el proceso judicial, trasladándose hasta Mallorca para asistir, incluso, a las declaraciones del marido de la infanta Cristina en los Juzgados de Palma en 2016.