Con un gran talento, un físico espectacular y un público metido en el bolsillo, Katherine Heigl pudo haberse convertido en una gran estrella. Sin embargo, su complicado carácter y su costumbre de hablar mal sobre todos los proyectos en los que había participado le hicieron ganar fama de actriz desagradecida y exigente. Hoy cumple cuarenta años y repasamos cómo ha sido el declive de una de las actrices con mayor proyección de los últimos años.