Eugenia Martínez de Irujo confesó a Jesús Calleja sus sentimientos sobre ciertos recuerdos de la infancia que arrojaron una visión inesperada y sincera sobre la vida en la casa de los Alba y, en particular, sobre el papel que allí jugó Jesús Aguirre, que se casó con Cayetana en el año 1978.
En la edición del domingo de Planeta Calleja, y en pleno viaje en las islas Feroe, Eugenia compartió unos recuerdos no particularmente felices sobre Jesús Aguirre, con quien su madre, la duquesa de Alba, estuvo casada durante la infancia de la duquesa de Montoro.
"Dormía siempre con ella, siempre estaba con ella, hasta que se enamoró de este individuo, que eso sí que ha sido pésimo para nosotros, cuando se casó con Aguirre…", dijo, anticipando lo que vendría después. "Muy culto, muy preparado, jesuita, cultísimo, todo lo que tú quieras… pero cero humano, muy malo, muy malo", contó la hija de la duquesa de Alba, que habló sin tapujos de este infierno que se prolongó durante 25 años.
Y es que la unión de su madre con Aguirre fue "nefasta para nosotros", dijo en referencia a los hermanos. "A mí me dijo unas cosas con 11 años que se me quedaron grabadas y todavía las tengo", dijo Eugenia sobre Jesús Aguirre. Aún hay más: "Me llamó a su despacho y primero me dijo que si seguíamos viviendo en nuestra casa era todo gracias a él. Yo me puse a llorar. Me dijo que entendía que estuviera llorando porque mi madre estaba mala del corazón (y jamás ha tenido nada del corazón), que le quedaba muy poco de vida y cuando le pasara algo que tuviera en mi conciencia que la culpa era mía. Eso lo tendré aquí clavado toda mi vida", dijo.
Aún así, y que Aguirre fue simplemente "lo peor", Eugenia insistió en que no tuvo "una infancia triste" y, de hecho, se considera una mujer "afortunada" en la vida. No obstante, "nunca entendió" el amor de Cayetana, su madre, por Jesús Aguirre, fallecido en 2001. En opinión de Eugenia a Aguirre "la gente lo tiene en un altar, pero me quedo muy bien sacando lo que él ha sido en realidad".