El Teatro Real de Madrid, se convirtió en un hervidero de caras conocidas, que asistieron a uno de los estrenos más esperados de la presente temporada de ópera, se trata de una de las obras más representativas de Giacomo Puccini. TURANDOT. El duque de Alba llegó acompañado de su hijo Fernando y su nuera Sofía Palazuelo, evitando hacer cualquier tipo de declaración por los comentarios de su hermana Eugenia respecto a Jesús Aguirre, segundo marido de su madre Cayetana de Alba. El Ministro de Cultura, José Guirao, me comentó lo mucho que le había gustado la representación, al término de la misma. Alberto Ruiz- Gallardón, al igual que Jose Maria Michavila, ex ministro de Justicia, dos grandes aficionados a la ópera, también asistieron a la premier. Alicia Koplowitz, coincidió con Elena Cue, la actual esposa de su ex marido Alberto Cortina, Pedro J Ramírez, siempre pendiente de su mujer , la abogada Cruz Sánchez de Lara, también me comentaron lo mucho que les había gustado la obra, y la puesta en escena. Baronesa de Grado, Gregorio Marañón, Presidente de la fundación Teatro Real, y su esposa Pilar Solís Beaumont, que son marqueses de Marañón, al igual que Valentín Oviedo ,actual director del Liceo de Barcelona, Pilar García de la Puebla, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de BMW, también asistió al tan esperado estreno.
Antes de dar la comienzo la representación, el director artístico Joan Mata Boch, y el director de escena Bob Wilson, uno de los creadores artísticos del momento, con una intachable carrera o profesional, subieron al escenario para rendir, un emotivo recuerdo a nuestra soprano fallecida el pasado mes de Octubre, Montserrat Caballé. La diva, interpreto en muchas ocasiones, los dos páleles principales de esta ópera de Giacomo Puccini, por una parte la de Liu, la esclava, y Turandot, la princesa china. Wilson muy emocionado, dijo que conocer y trabajar con Caballé, ha sido uno de los acontecimientos más importantes y bellos de su vida.
Ni que decir tiene que no había ni una sola butaca vacía. Grandes ovaciones al término de la opera, y en especial al director de orquesta Nicola Luisotti.
