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Leonor Watling: diez años de amor con Jorge Drexler

La actriz y cantante tiene dos hijos con el artista uruguayo.

La actriz y cantante tiene dos hijos con el artista uruguayo.
Leonor Watling | Cordon Press

Una de las más completas y atractivas actrices de los últimos años se llama Leonor Watling, y combina sus dos facetas, la de actriz y la de cantante y compositora. Emparejada con el notable cantautor uruguayo Jorge Drexler es madre de dos hijos, a los que siempre viene dedicando la atención necesaria. Con su biografía, cuajada de interesantes trabajos en sus dos actividades artísticas, ha sabido asimismo compaginarlas con sus ocupaciones cerca de su compañero y sus pequeños.

Su presencia en televisión en estas últimas semanas del año que termina ha reforzado su popularidad, al intervenir en una serie de gran éxito, que se viene emitiendo la noche de los lunes: "Vivir sin permiso". Su personaje, Berta Moliner, una española que emigró a México y regresa a tierras gallegas, la enfrenta a la familia de Nemo (José Coronado). Por primera vez en su carrera de actriz, Leonor manifiesta que "hago de mala". Y, en efecto: es una malvada, intrigante mujer, que se encama con su hijastro y trata de apoderarse del pazo y otras propiedades de su hermana y su cuñado.

Aunque su paso ahora de nuevo a la pequeña pantalla nos permite contemplar su belleza y su espectacular físico, no ha dejado el cine. Su última película es "Asesinato en la Universidad", filme de intriga donde interpreta a una historiadora que investiga la muerte del maestro de fray Luis de León, allá por el siglo XVI.

Dirán los seguidores de la también cantante Leonor Watling qué es de su faceta musical. Al principio de este otoño presentó su último disco, "Technicolor", con el grupo Marlango, del que es su vocalista, amén de la responsable de las canciones del trío, que se fundó en 2002. Suelen ofrecer medio centenar de conciertos al año, dentro y fuera de España. Vienen ahora de México y en este diciembre ya tenían varias actuaciones programadas.

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Por lo contado, Leonor Watling es una mujer muy activa. Nacida en Madrid hace cuarenta y tres años, Leonor Elizabeth Caballos Watling es hija de un economista gaditano y una dama inglesa, de quien tomó su apellido para sus incursiones artísticas. Ya desde niña se interesó por el ballet pero una lesión de rodilla le impidió proseguir sus sueños en esa modalidad. Por eso, poco a poco, con estudios de interpretación en Londres volvería a España, donde se inició en Farmacia de Guardia y alguna otra serie, hasta destacar como protagonista del filme del director y guionista de aquella, La hora de los valientes, donde Leonor Watling apuntó ya muy apreciables detalles como actriz dramática. Eso ocurría a finales de los años 90. Y mucho más adelante, en 2008, fue cuando Pedro Almodóvar, quien no suele elegir a sus actores "a la buena de Dios", la tuvo a sus órdenes en Hable con ella. Donde coincidió con el cantautor Jorge Drexler, muy requerido para componer bandas sonoras de películas o como responsable de algunas canciones en ellas. Y entre Leonor y Jorge surgió el flechazo. Él venía de una relación ya rota con Ana Laan, padre de un niño, Pablo. Y Leonor, con otras experiencias amorosas juveniles, la más conocida con un miembro de Marlango, Alejandro Pelayo, encontró en el intérprete uruguayo una especie de alma gemela: ambos unidos por su afición musical, muy sensibles, nada frívolos. Y se emparejaron. Han pasado diez años de aquel primer encuentro. Tienen dos hijos: Luca, nacido en 2009, y Leah, en 2011.

Leonar Watling fue denominada por el siempre provocador Bigas Luna, como "un mito erótico inteligente". Ha mostrado su anatomía, al desnudo, en algunas películas. No gratuitamente. Escenas de sexo impuestas por un guión. No le da a ello mucha importancia la actriz-cantante. Mujer excitante en la pantalla pero muy apacible en la vida real. Con personalidad contrastada. Ajena al mundillo rosa de las revistas. Profesional ciento por ciento. No suele aparecer junto a su pareja, salvo en los inevitables "photocalls" y algunos eventos cinematográficos, más que sociales, que no suele frecuentar. La admiramos.

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