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Pepito Barroso, el hijo de "Don Algodón", apunta a galán de cine y modelo

Al hijo del empresario creador de Don Algodón se le presenta un futuro prometedor en cine y modelaje.

Al hijo del empresario creador de Don Algodón se le presenta un futuro prometedor en cine y modelaje.
Barroso y Tini antes de su ruptura | Instagram

Las revistas del corazón vienen renovando últimamente algunos de sus personajes, introduciendo en sus páginas rostros más juveniles, más en el género femenino. En el masculino destaca ahora Pepito Barroso, hijo de quien fundara una empresa de gran éxito en el mundo de la moda, Pepe Barroso, conocido como Don Algodón, la denominación de su negocio. Pepito es una especie de cruce entre Marlon Brando y James Dean, estrellas del cine del ayer. Es natural que las chicas que lo conocen se derritan cuando están a su lado. Pero él, joven sensato, no da puntada sin hilo y se mueve con cautela.

Pero vamos a situar a Pepito Barroso diciéndoles de qué familia procede. En época franquista, de un bisabuelo que fue general del Ejército. De un presidente del Atlético de Madrid. Y aún siendo de un extracto social elevado hay que precisar que el padre del hoy futuro galán de cine, o sea Pepe Barroso, senior, debe su fortuna a un indudable talento, que ya como negociante experimentó siendo veinteañero. Hoy es propietario de una treintena de empresas, entre las que se encuentra Pepe Récords, una discográfica que ya ha destacado por tener en su catálogo a Los Gemeliers, unos jovencitos que han alborotado con sus canciones a sus congéneres. Los periodistas solíamos acudir a algunos de sus eventos. En uno de ellos, convocados a las diez de la noche, donde asistían personajes de la vida social, llegada la hora de la cena, éramos ignorados por el anfitrión. Se me ocurrió hacérselo notar, y con su refinada educación y un punto de ingenuidad, fingida o no, me dijo: "¡Ah! No sabía que debiera invitaros también...". Pues, sí, le contesté, los periodistas también tenemos por costumbre tomar algún bocado. Y Barroso dio órdenes de que nos sirvieran unas viandas.

En otra ocasión, me invitó personalmente a compartir mesa en Casa Lucio para almorzar con él y su invitado, el hijo de Jean Paul Belmondo, al que había fichado para una de sus colecciones de moda. Pepe Barroso, guapo mozo, no sólo destacó en sus negocios. Alto, rubio, no sé si también de ojos azules, amigo del grupo que acompañaba a Felipe de Borbón antes de ser Rey, se lo rifaban las chicas de su edad. Tuvo una novia, entre otras conquistas, Casilda Sabater, hermana de la sin par Leticia, pero con quien se casó fue con la bella Mónica Silva. La boda tuvo lugar el año 1994, en la finca extremeña del novio. La pareja tuvo su primer hijo, el antes mentado Pepito, hoy con veintitrés años. Tarifó el matrimonio, pero volvieron a hacer vida en común, periodo en el que fueron nuevamente padres de dos varones, Jaime y Felipe, de diecisiete y catorce años, respectivamente, en la actualidad. Hasta que Pepe y Mónica acabaron por divorciarse, hace de esto trece meses y medio. ¿Culpa de quién? Pepe estaba muy enredado en sus negocios, y a menudo admirado por hermosas mujeres, dado su atractivo, aun siendo ya cuarentón.

Pepito Barroso, siguiendo instrucciones de sus padres, se fue estudiar a Estados Unidos después de abandonar las aulas estudiantiles en Madrid, capital en donde había nacido y en donde alternó sus prácticas futbolísticas en el club familiar, el antiguo Atlético de Aviación, luego convertido en el de los colchoneros. Destacó como portero. En la Universidad de California fue donde obtuvo su graduación. Siguiendo la tradición paterna montó con un amigo una pequeña empresa de ropa. También hizo sus pinitos como modelo. Y siguió unos cursos en Los Ángeles nada menos que en la academia de Lee Strasberg, con el propósito de debutar algún día como actor. Viaja a menudo a la Argentina. Y desde luego va y viene a Madrid para estar con su familia. Se le ve muy formado y responsable. Tiene un futuro ya en este 2019 recién comenzado.

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