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La enfermedad de doña Ana alarma en Cantora: Isabel Pantoja, hundida

Las revistas llegan el lunes cargadas de nuevos temas.

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Las portadas de la prensa rosa

La revista Pronto vuelve a preocuparse por una de sus figuras de referencia, Isabel Pantoja. Su madre está enferma, la tonadillera está agotada y, además, hundida porque su hija díscola Chabelita no quiera ver a su abuela. Isabel ha dejado apartada su carrera profesional para dedicarse a su progenitora, todo ello a pesar del agobio de sus deudas con Hacienda y el posible embargo de Cantora.

La salud de doña Ana es frágil a sus 87 años, ya que padece una enfermedad degenerativa y las fuerzas le fallan: solo sale de Cantora para ir a la consulta médica y necesita de cuidados constantes, para los cuales se alternan los hermanos Pantoja, Agustín e Isabel. "Isabel es muy sensible, le afecta muchísimo la enfermedad de su madre. La vemos llorar muchas veces, aunque procura no hacerlo delante de nosotros. Ve la situación y sabe que no hay solución", dice una fuente cercana. Juana Martín, nacida en 1931, trabajó muy duro desde niña para que los Pantoja salieran adelante, dejando atrás su carrera como bailaora en el cuadro de Juanita Reina. Isabel es consciente de ello y esta es su manera de mostrarse agradecida.

Además, Chabelita no se está comportando como debiera, ya que la joven no quiere saber nada de su abuela. Kiko Rivera ya lo dijo durante su estancia en GH Dúo: "Mi abuela tiene 87 años y está malita. ¿Tú vas a pasar por delante y no le vas a decir nada?", dijo frustrado, unas palabras que corroboró Alejandro Albalá, exnovio de Isa también recluido en la casa de Guadalix.

Irene Rosales vive, por su parte, su momento más delicado. No lo decimos nosotros, sino ¡QMD!, que se hace eco de su marcha de Gran Hermano Dúo sin muestras de dolencia física, pero evidente estrés por la presión. ¿Le está pasando factura su inexperiencia ante las cámaras? Irene ha dejado solo a su marido, Kiko Rivera, que tuvo que enfrentarse en solitario a una noche de nominación.

Está claro que la joven echaba de menos a sus hijas Ana y Carlota, de tres y un año, y que convertirse en el foco de atención (Irene está acostumbrada a apoyar a su marido en la sombra, pero no ocupar el primer plano) le ha pasado factura. De momento no se sabe cuándo volverá a entrar Irene, pero fuentes cercanas a ella manejadas por la revista aseguran que "enseguida va a volver".

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