
Madonna interpretó "Like a Prayer" en la final de Eurovisión celebrada en Israel este fin de semana, y allí sorprendió por dos cosas: su vestuario y alucinante escenografía medieval, disfrazada medio de reina medio de pirata, y por sus enormes gallos que solo el autotune pudo disimular después.
"Like a prayer" es uno de los mayores éxitos de la cantante italoamericana. Publicado en 1989 en su cuarto álbum de estudio, del mismo nombre, su videoclip todavía se recuerda pese al tiempo transcurrido. El segundo de los temas que cantó fue la nueva "Future", de su álbum Madame X y junto al rapero Quavo, que se estrenó este mismo fin de semana.
"Let's never underestimate the power of music to bring people together" - @Madonna, at the Grand Final of the Eurovision Song Contest 2019.#DareToDream #Eurovision pic.twitter.com/18RF5r0Kq3
— Eurovision (@Eurovision) 18 de mayo de 2019
El sueldo que ha percibido por esos minutos en el escenario de Tel Aviv es de estrella, nada menos que 1,2 millones de dólares por nueve minutos de actuación, acordados tras arduas y largas negociaciones con el director del festival y no poca polémica por parte de artistas y colectivos antiisraelíes. La propia Madonna hizo que dos de sus bailarines, un hombre y una mujer con una bandera de Israel y una de Palestina, se dieran la mano durante un instante de la actuación.
Madonna llegó al país acompañada de un séquito de cien personas y en el avión del millonario judío Sylvan Adams, que ha asumido el pago del cuantioso salario exigido por la cantante para el show, decidido a promocionar el certamen entre el público norteamericano de Estados Unidos, donde el show tiene menos aceptación. La firma del contrato, no obstante, estuvo pendiente de un hilo hasta casi el último momento.
Pero la actuación, pese a ser vistosa, no fue del agrado de todos. Durante la primera de las canciones (la preparación de la actuación se mantuvo en secreto) los espectadores y tuiteros solo repararon en la poca voz de la legendaria artista, de 60 años, en una actuación pródiga en gallos y donde Madonna pareció ahogarse en un par de ocasiones. La puesta en escena fue espectacular, digna de las estrafalarias aventuras de la cantante, pero no así su voz.
Mi reacción escuchando a Madonna pic.twitter.com/u5jFM63ouz
— Oma (@Oma_933) 18 de mayo de 2019