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Cayetano Martínez de Irujo señala a las personas que lo "maltratataron" durante su infancia

El segundo capítulo de la segunda temporada de Lazos de sangre se centró en la familia Martínez de Irujo.

El segundo capítulo de la segunda temporada de Lazos de sangre se centró en la familia Martínez de Irujo.
Cayetano Martínez de Irujo | rtve

El segundo capítulo de la segunda temporada de Lazos de sangre en TVE, presentado por Boris Izaguirre, se ha centrado en una de las sagas familiares más importantes de España: los Martínez de Irujo. Eugenia, Carlos, Alfonso y Cayetano, cuatro de los seis hijos de la duquesa de Alba, fueron los encargados de narrar su historia en el programa. Sin embargo, el gran protagonista de la noche fue Cayetano, que desveló por primera vez en televisión el duro episodio de maltrato que vivió durante su infancia.

Cayetano explicó los problemas que le supuso "la dura estructura de su familia" y las consecuencias de no poder despedirse de su padre antes de fallecer por una leucemia en Houston. "Tengo muchos recuerdos de él. Era una figura que daba mucha humanidad. Mi madre era muy dura, con nosotros era implacable mi padre en cambio era una figura muy humana".

Mientras hablaba de su progenitor, Cayetano rompió a llorar y con lágrimas en los ojos tuvo unas emotivas palabras para él: "Cuando mi padre se murió, no solo perdimos a un padre, se perdió un sentido. Quién soy yo y qué hago aquí. Cuando se murió mi padre fue un vacío tremendo. No se nos dejó despedirnos de él. Fue horrible. Me causa un dolor... Nos engañaron. Estuve rezando con mi hermano Fernando durante diez días para que se curara nuestro padre. Tristemente se había muerto ya sin que los supiéramos. Me quedé destrozado. Eso no se supera nunca. Conocí la muerte de mi padre por uno de mis hermanos. Una estructura tan poderosa como la nuestra. Pedías una explicación y te daban la del tigre", añadió pasando de la tristeza al enfado.

Cayetano también reconoció los problemas psicológicos que le provocó el no poder despedirse de su padre. "No levanté cabeza hasta que hice terapia con la psicóloga que me dijo que mi padre no me había abandonado. Que estaba conmigo. Me quedé huérfano allí, no poderme despedir de él. He tardado 40 años en resolver esto. He tenido que hacer muchas terapias de muchos tipos porque yo pensaba que mi padre me había abandonado. Me cuesta hablarlo. No me sentía feliz. Mi madre me pidió perdón por no habernos dejado despedir de él. Eso fue un error gravísimo".

También se sinceró a la hora de hablar sobre su adolescencia y el duro episodio que vivió con sus "nannies" por ser el hermano "más rebelde": "No te dejaban opinar. No te dejaban decir. Cuando yo me empecé a revelar, me pegaban. A mis hijos les estoy dando todo lo contrario. Como para no rebelarme. Teníamos 14 años y las nannies no nos dejaban ni escoger la ropa. Me inflaban a tortas".

La experiencia fue tan traumática que tuvo que pedir ayuda psicológica. "He ido a todas las terapias que he tenido que hacer. Haces camino al andar. A lo largo de mi vida caía en agujeros. Y llegó un momento en que pensé: 'Lo tengo que resolver'". Unos malos tratos que marcaron su visión sobre la figura de la mujer y todas las relaciones sentimentales que ha tenido: "Hubo un momento que pensé: no puedo morirme sin valorar a una mujer por ese miedo a las nannies y lo que me pasó con ellas. No puedo morirme sin arreglar todo mi problema emocional. Morir sin ser yo".

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