Tarde o temprano, buen número de misses españolas acabaron por claudicar ante las ofertas de varias revistas, en particular Interviú, para retratarlas desnudas. Se resistieron también algunas, pero el poder de un cheque bancario con varios ceros acababan por convencerlas. Una de ellas fue una bella y risueña alicantina, Lola Forner, que primero fue Miss Madrid (no importaba, como se ve dónde hubiera nacido para coronarse como guapa oficial del Foro) y también después Miss España 1979, hace por tanto ahora cuarenta años.
María Dolores Forner Toro vino al mundo el 6 de junio de 1960, en la capital de "la terreta", a la que llaman "la millor terra del mon". Muchos atractivos tiene Alicante, como los poseía quien iba a adoptar para su carrera artística el nombre de Lola Forner. Primero fue modelo, luego, el siempre descubridor de nuevos valores, Pedro Masó, guionista, director y productor muy conocido, la contrató para la tercera saga de una historia familiar llevada a la pantalla: La familia bien, gracias. A la neófita actriz le encomendaron el papel de la benjamina del viudo Alberto Closas. Una comedia agradable, de tipo costumbrista. Como quiera que esta jovencita prometía, ya Interviú había conseguido desnudarla para la portada, la primera vez que la alicantina iba a mostrar parte de "sus vergüenzas" en un semanario, que tanto cuidaba parte de su contenido, las páginas eróticas. Lola Forner se estrenó con su primer semidesnudo tapándose los pechos con unas pegatinas. Y en esa línea "sexy", procurando al principio no traspasar más sus "zonas prohibidas", aparecería en otras revistas del ramo, como Lib, que añadía al nombre de la guapa la leyenda "Mucha mujer". Lo era. Si no era inexplicable que además de Miss España fuera semifinalista en el certamen de Miss Mundo y segunda dama de Miss Europa 1980. Pocas de nuestras conciudadanas habían logrado tanto en el pódio de las más bellas.
Además, Lola siempre tuvo un encanto especial: de facciones juveniles, aire inocente en su mirada, elegante en su porte. Conversando con ella ganaba a su interlocutor, no ya mirándolo fijamente a los ojos sino con su dulce voz y su innata simpatía. ¡Vamos, que uno se derretía...! Desde el punto de vista estético, el de su fotogenia, nada había que oponer en sus películas. Pero no era actriz, evidentemente. Y tampoco tuvo muchas oportunidades para demostrar sus probables condiciones, ya que las películas en las que intervino, eran por lo general infumables. Valgan si no estos títulos: El lobo negro, La venganza del lobo negro, Dos y dos, cinco, El último penalty, Pareja enloquecida busca madre de alquiler... Esta última con guión y dirección del siempre prolífico y adelantado en el cine del destape Mariano Ozores, resulta que iba a llamarse Madre de alquiler, mas el productor terminó cambiando creyendo que el que propuso sería más rentable en taquilla parafraseando el título de Pedro Almodóvar Mujeres al borde de un ataque de nervios, y fue el de Pareja enloquecida busca madre de alquiler.
Lola Forner era una de las féminas del reparto que encabezaba José Luís López Vázquez. La breve filmografía de Lola Forner incluye dos filmes curiosos, pues se emparejó con un ídolo de las películas de acción, Jackie Chan. Fueron: Wheels on Meals y La armadura de Dios, en la segunda mitad de los años ochenta. Para entonces, Lola Forner había perdido parte del pudor que tenía años atrás a la hora de desnudarse ante una cámara. Tuvo otras intervenciones televisivas donde aun aportando su irrebatible "sexy" no tenía que quitarse mucha ropa, en Las pícaras y Curro Jiménez, con Sancho Gracia; Los desastres de la guerra, La forja de un rebelde... Y en culebrones para la cadena mexicana Televisa, con la que trabajó en su despedida de la farándula en el serial En nombre del amor el año 2008. Y, a propósito: no se le conocieron muchos novios, que los tuvo desde luego. Hasta que nos enteramos de su boda con Alfonso Vallespín, con quien tuvo un hijo. Y, desde hace algo más de un decenio ya no supimos más de esta guapa y encantadora mujer.