Todo transcurría con normalidad para María Patiño en el Socialité de este fin de semana hasta que la conexión con su compañero Javier de Hoyos le hizo cambiar la cara radicalmente.
El periodista explicó en antena que la siguiente información hacía referencia a ella misma y su relación sentimental. Y ahí fue cuando la cara de María Patiño se empezó a torcer. Durante la conexión, su compañero mantendría el suspense durante varios minutos, dejando a María Patiño un poco en la estacada.
Pero la frase inicial estaba clara: la información (que Hoyos comenzó con un "nos tenemos que poner serios") hacía referencia a ella y "su novio". Los ojos de Patiño se abrieron como platos. El silencio absoluto se hizo en el plató. "Nos cuesta mucho dar esta información, y no te va a hacer ninguna gracia".
Ella, a modo de reacción, dijo "no estar preparada", y aseguró que su vida de pareja es normal, que todo está bien y que está "feliz". También espetó a su compañero que "creía que era buena persona". En definitiva, Patiño tuvo que contener de manera visible un enfado que no esperaba, asegurando que no pensaba "dejar el programa". Ella, al fin y al cabo, estaba presentando el espacio, no colaborando.
No obstante, cuando llegó la hora de revelar la información, resultó que hacía referencia a uno de los sex-symbol de María: el actor Bradley Cooper y su nueva relación con Lady Gaga tras dejar a Irina Shayk. María Patiño respiró tranquila, pero lo cierto es que lo había pasado mal porque, de vez en cuando es portada por su relación con Ricardo Rodríguez.
María es tremendamente discreta sobre su vida personal, como tantos otros colaboradores de Sálvame que han elegido no hablar de lo que ocurre fuera del programa. Hasta ahora le ha salido bien, pero es un temor evidente: la reacción de pánico de María Patiño en antena así lo desvela.