Es el ritual de la familia de Rocío Jurado todos los veranos. Cada año, cuando se celebra la Semana Cultural dedicada a la cantante en Chipiona, toda su familia acude salvo contadas (y sonadas excepciones), escenificando la brecha irreparable que existe entre las dos partes.
Los presentes, Ortega Cano, su hijo José María, Gloria Camila, Gloria y Amador Mohedano... y la ausente, por supuesto, Rocío Carrasco, enfrascada ahora en el nuevo espectáculo musical dedicado a la más grande y en el que nada han tenido que ver los demás, salvo ella y su marido Fidel Albiac, recién ascendido a director del evento. Naturalmente, no colaborarán en la promoción de la obra musical.
Este año ha habido una circunstancia adicional en el evento de Chipiona: su hija Rocío Flores Carrasco, distanciada como su hermano de su madre y que se ha vuelto a posicionar del lado de Gloria Camila y compañía. La nieta de Rocío Jurado no ha dudado en lanzar un nuevo dardo a su madre, evidenciando que tampoco soporta el comportamiento de ésta.
Rocío Flores también ha apoyado desde redes sociales el homenaje en Chipiona del que su madre elige no formar parte. En Instagram anima a los seguidores de Rocío Jurado a acudir a las actividades de esta semana cultural de la que también forma parte el "núcleo duro" de la familia, difundiendo su programa y uniendo su imagen a él. Sin duda, una nueva puñalada a una madre ausente con la que parece no haber relación alguna.
Mientras, Rocío Carrasco y su marido Fidel continúan preparando el espectáculo en el Teatro Zorrilla, Qué no daría yo, con imágenes inéditas de la cantante y con Anabel Dueñas como protagonista.