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La larguísima lista de mujeres que han amado a George Clooney (y su renuncia a seguir ligando)

George Clooney estuvo recientemente en Madrid rodando un nuevo spot de Nespresso junto a Brie Larson.

George Clooney estuvo recientemente en Madrid rodando un nuevo spot de Nespresso junto a Brie Larson.
Con Celine Balitran en 2006 | Cordon Press

La presencia, días atrás en Madrid, de George Clooney, constituyó un imprevisto y gratuito espectáculo por el centro de nuestra capital, concretamente en la calle de Serrano, por donde circuló en bicicleta camino de un establecimiento de la firma Nespresso, con la que mantiene un contrato de publicidad desde hace varias temporadas. Ni que decir que los viandantes se arremolinaron para estar cerca de uno de los más guapos galanes del cine de los últimos tiempos. No menos sorpresa causó horas después su presencia en el pueblo serrano de Navalcarnero, donde prosiguiendo la filmación de un "spot", acompañado por la actriz rubia Brie Larson, hubo de montar en burro entre el jolgorio y admiración de las mujeres del lugar.

A sus cincuenta y ocho años, triunfador en películas como Tres reyes, la saga Ocean even, Syriana... y, por si fuera poco, viéndolo al dos por tres en televisión anunciando una marca de café, permite a sus millones de admiradoras tenerlo casi en la sopa. Precisamente en la pequeña pantalla es donde se dio a conocer al público norteamericano en la serie Urgencias. Pero este George Clooney que ha estado en Madrid no parece ser el mismo: con una frondosa barba casi del todo blanquecina, como sus cabellos, estaba notablemente avejentado. No hemos podido comprobar si ese cambio físico es consecuencia natural del paso del tiempo o una caracterización para su anuncio. Más de una dama de la calle de Serrano, aun suspirando al verlo, comentaba lo poco que le favorecía la barba. "Está mucho más guapo sin ella", decían en un corrillo.

Aprendió cómo seducir a las cámaras gracias a su progenitor, popular presentador televisivo. Amén de que su tío, José Ferrer, acreditado actor que interpretó en el cine las figuras de Toulouse-Lautrec y Cyrano de Bergerac, lo aconsejara en sus balbuceos artísticos. George se marchó a Los Ángeles con idea de estudiar interpretación. Sus primeros pasos en la capital universal del cine fueron duros. Hubo de compartir alojamiento con otro joven en sus mismas circunstancias: con pocos dólares en los bolsillos y muchas ilusiones. Resultó ser el hijo de un emigrante gallego que, andando el tiempo, logró situarse bien en Hollywood: Charlie Sheen. Tan reducido era el apartamento alquilado que Clooney bromeaba, diciendo que dormía en el armario. Como no les vamos a contar sus peripecias hasta que alcanzó la fama cinematográfica, preferimos explayarnos en sus correrías amorosas, no sin resaltar que su biografía profesional está llena de éxitos, con dos Óscar ganados y cuatro Globos de Oro.

Y si hubiera que premiarlo por su gran cantidad de conquistas, nos faltaría mucho espacio. Julia Roberts fue una de las estrellas que cayó derretida en sus brazos. Y se cuenta que también Nicole Kidman; o al menos lo intentó, en tanto Tom Cruise estaba algo "mosca" cada vez que Clooney se entrometía en su matrimonio. El caso es que en la década de los 80 George fue motejado como "el soltero de oro", pues constantemente aparecía retratado con hermosas mujeres pero, renuente a firmar papeles, se hacía el loco cuando alguna de ellas le proponía pasar por la vicaría. De esa época arrolladora de George Clooney anotamos su intensa relación con Dedee Pfeiffer, hermana de Michelle. Puede que a ésta le "tirara los tejos" igualmente pero se conformó con aquella. A la que dejó para emparejarse con otra actriz, Kelly Preston, la que al ser abandonada por Clooney pasó a ser poco después esposa de John Travolta. En aquel 1988 el galán tuvo un rapto hasta entonces inusual en su conducta: enredado con Talia Balsam (hija del notable actor Martin Balsam) decidió casarse, lo que hizo al año siguiente, aunque arrepentido de tal decisión no tuvo más remedio que divorciarse en 1992. Porque engañaba a todas. Era superior a sus fuerzas. Ver unas faldas e ir detrás de ellas parecía en él un ejercicio habitual. No paraba, el tío...

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Clooney y Talia Balsam en 1990 | Cordon Press

Con esos trajines, aunque la cosa suene más bien a ingeniosa declaración, George Clooney anunció a través de las páginas de una muy afamada, y seria, publicación, Esquire, que se sometió a una operación de "lifting". Nada menos que... en sus partes pudendas. Es posible que bromeara. No explicó tampoco las razones y si después de salir del quirófano aumentó su cotización seductora. En su larga lista de mujeres que acabaron en su catre se encuentran: Karen Duffy, modelo, su compañera en 1995; tras la cuál, llegó a su vida otra maniquí, Celine Balitran, a la que encontró en París mientras rodaba El pacificador, con quien estuvo entre 1996 y 1999; idilio que concluyó cuando Clooney se entusiasmó en 2000 con Lucy Lin; inmediatamente apareció ante sus ojos en 2002 Krista Allen, a la que dirigió en su película Confesiones de una mente peligrosa; y siguiendo sus romances, incorporó a su agenda amatoria a Lisa Snowdon, modelo y actriz; Sarah Larson, camarera de un casino de Las Vegas, que le hizo tilín; la más conocida estrella Renée Zellweger; y Elisabetta Canalis, que ocupó el corazón del actor entre 2009 y 2011, cuando vivía en Italia en una lujosa mansión desde la que contemplaban el lago de Como.

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Con Elisabetta Canalis en 2009 | Archivo

La pareja aparecía a menudo en las páginas de las revistas europeas, tan enamorados que todo hacía presagiar que la boda podría producirse en cualquier momento. Pero, no, resistió George toda tentativa de su amante para sellar sus vidas. De cama en cama, también acabó en la de Stacy Keibler, luchadora de WWE, modalidad que ignoro. Toda actividad llega a cansar, incluyendo desde luego la de un actor como George Clooney, al que no faltaban contratos ni roces sentimentales. Pero él nunca ha renunciado a sus actividades. Su experiencia con las mujeres debió proporcionarle alguna reflexión acerca de si en el futuro, ya peinando canas como luce con lozanía, le convenía continuar su danza con estrellas fulgurantes o mejor con alguna dama menos interesada en los "flashes" de los "paparazzi".

Y a ello llegó cierto día de julio de 2013 cuando, encontrándose en su antes mencionada casa del lago Como recibió la visita de un amigo que, camino de Cannes, quería darle un abrazo y rememorar viejos tiempos. Apareció aquel visitante acompañado de una bella y elegante mujer. George Clooney, anfitrión exquisito, prodigó todos sus encantos y atenciones a dicha pareja, y no disimuló el efecto que le había producido quien dijo llamarse Amal Alamuddin. Intercambiaron direcciones y números telefónicos, y una vez cerciorado el actor de que su amigo no estaba comprometido con su acompañante se comunicó con ella a las pocas semanas. Fijaron una cita en Londres, que resultó idílica, donde él rodaba una película. Tras la primera noche de amor, deslumbrado no sólo por la belleza de Amal, sino por su inteligencia, su preocupación por asuntos fundamentales como la defensa de los derechos humanos, George Clooney se convenció de que ella sí era la mujer que esperaba hacía largo tiempo para convertirla en su esposa. Celebraron una romántica ceremonia nupcial en Venecia, con pocos invitados. Fue hace cuatro años. Como quiera que los familiares más directos de la novia no habían podido desplazarse a dicha capital italiana, los recién casados planearon otra ceremonia para que estuvieran presentes, lo que sucedió un mes después, en Londres. Digamos que una "reboda". Desde entonces forman una pareja entrañable, aunque por los viajes continuos de ambos, por separado, haya algunos cronistas en Hollywood que se extrañen de que Clooney le sea fiel a Amal, y divulgen rumores de separación. Lo que, por ahora, no ha sucedido.

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Con Amal Alamuddin | Archivo

Tienen dos mellizos, Alexander y Ella. Amal Alamuddin ejerce de abogada de Derechos Humanos y Derecho Internacional. Compromisos de carácter humanitario, forman parte del trabajo diario de la esposa de George Clooney. Con quien naturalmente los comparte, amén de su mutua aversión al Presidente Trump. Amal tiene diecisiete menos que él. Por su belleza, hay quienes creen que es una mujer frívola: todo lo contrario. Naturalmente hacen vida familiar siempre que sus trabajos lo permiten. Clooney es propietario de varias mansiones, la última en Inglaterra, un castillo a prueba de que nadie rompa la intimidad que persigue para él, su esposa y sus hijos, harto de que los "paparazzi" los atosiguen. Hace más un par de años que George Clooney no ha vuelto a rodar una película, aunque sí en el presente año la serie de televisión Catch 22. Se lo permite su millonario patrimonio. Según la revista Forbes, es de los actores mejor pagados. Al margen de sus ingresos artísticos tiene otros negocios. Por ejemplo, la venta de una marca de tequila de su propiedad, le proporcionó la bonita cantidad de doscientos cuatro millones de dólares. Asimismo, al margen de sus trabajos en el cine y la televisión, Clooney participa en una sociedad que asesora en asuntos de imagen a importantes personajes; fue el caso del presidente Barack Obama. Tenía un proyecto que se ha ído demorando: una serie de televisión para la productora Netflix acerca del "caso Watergate". No será desde luego la primera vez que se aborda aquel suceso en imágenes, que supuso el "impeachment" del Presidente Richard Nixon, consecuencia del cual hubo de abandonar su despacho oval de la Casa Blanca. Lo mismo que ahora se ha vuelto a plantear con Trump, al que ya queda dicho que los Clooney detestan.

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