Mar Torres-Fontes Fuertes ha abierto su corazón en las páginas de la revista Vanity Fair. La joven de 21 años, natural de Murcia, forma parte de una de las familias más ricas de nuestro país, los sueños de El Pozo Alimentación. Sin embargo su fama no se la debe a su familia, sino a su relación intermitente de casi cinco años con Felipe Juan Froilán.
La pareja se conoció cuando eran adolescentes en el internado Colegio Episcopal Sagrada Familia de Sigüenza, en Guadalajara. Entre los muros del centro forjaron una estrecha amistad que, según cuenta la propia Mar, Froilán fue lo mejor que se llevó de sus días interno: "El internado de Guadalajara fue lo más duro de mi vida. ¡Vivía en un convento! Te quitaban el móvil, te hacían comer toda la comida del plato. Felipe y yo nos buscábamos durante el recreo. Se convirtió en alguien muy importante para mí. ¡Desde entonces somos uña y carne!".
A pesar de las idas y venidas que han sufrido durante estos años, Mar asegura que lo suyo con Froilán es "inquebrantable": "Él es mi bastón y yo el suyo. Nuestra relación no se va a acabar nunca. Siempre vamos a ser amigos". Una voluntad que ha peligrado en las últimas semanas, por las informaciones que han aparecido sobre ella y su pareja. Mientras que algunos daban por terminado su noviazgo, la propia Mar asegura que lo suyo continúa.
Y es que Mar se ha convertido en protagonista de numerosos titulares por su nueva profesión como influencer: "Me interesa mucho la industria de la moda. No sé bien todavía dónde enfocarme, pero estoy pensando seriamente en cursar los dos últimos años de la carrera en Londres o Milán (...) Me gusta llamar la atención. Me dicen que mi look es parecido al de Rihanna", dice en la revista. Lo peor de este boom han sido las críticas. Ha habido alguna muy dura. Pero lo he puesto todo en manos de mis abogados. También me ha servido para recibir el cariño de mi gente. Mi familia me apoya, pero está un poco en alerta".
Además, Mar niega todas las operaciones estéticas que le han adjudicado: "La nariz es lo único que me he operado. Hace un tiempo me puse algo de labios, pero nada más. ¡Solo tengo 21 años!".