La primera nieta de Raquel Bollo nació la madrugada del sábado tras un parto natural que se alargó varios días. Alma Cortés, la hija de la colaboradora de Sálvame, ingresó el pasado jueves y se encuentra perfectamente tras el parto. Jimena, así se llama la pequeña, pesó 3,400 kilos y ya está en casa junto a sus padres.
Días después del parto, salen a la luz en Sálvame declaraciones de testigos que aseguran que Raquel Bollo "no fue muy simpática" con el personal del hospital donde fue atendida su hija. "No quería que la vieran pero se paseó por todo el hospital". Según una mujer que se encontraba en la inmediaciones, Alma estuvo en una habitación compartida hasta que la pusieron en una habitación individual: "Por lo visto se enfadó porque vio sospechoso que la limpieza cambiase cinco veces la bolsa de basura. Te puedo decir que no sería en el centro nuestro porque cinco limpiadoras no hay por la tarde. Es un hospital público. El caso es que no le gustó mucho".
Tras el parto, la testigo dice que Raquel "exigió que no se pusiera una pegatina en el puesto de control" para evitar que supieran la habitación en la que estaba Alma. "Es imposible ya que estaba en un hospital público, donde cualquier persona puede entrar".
Ya en plató, Belén Esteban explicó que si hubo un cambio de habitación fue porque alguien dijo que Alma estaba en ese hospital, pero no podía entrar en detalles: "No quiero dejar mal a la gente que trabaja allí, pero sé toda la información".