Homenajes virtuales al Premio Cervantes 2019, lecturas del Quijote por internet y miles de mensajes de escritores o ciudadanos han inundado las redes en un Día del Libro diferente, en el que se han reivindicado las librerías, cerradas por el coronavirus, con versos como el del galardonado Joan Margarit: "La libertad es una librería".
La jornada tuvo una de sus últimas citas en la tradicional lectura del Quijote que organiza el Círculo de Bellas Artes y que inicia cada año el galardonado con el Premio Cervantes. En esta XXIV edición, también telemática, tras Joan Margarit, la lista de lectores incluyó a la princesa Leonor y a la infanta Sofía, además de a profesionales sanitarios, personal de limpieza, mantenimiento y vigilancia, así como miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, al estar dedicada a todos los profesionales que afrontan en primera línea la crisis sanitaria.
La lectura supuso el debut de la infanta Sofía en un acto público, aunque tuvo que ser desde el interior de su casa. Las hijas de Felipe VI leyeron unas líneas del capítulo I muy tranquilas y en un ambiente sencillo, sentadas en uno de los sofás de Zarzuela. La princesa de Asturias, vestida con una blusa rosa, volvió a demostrar su preparación para la lectura en público. Al terminar le dio el ejemplar del Quijote a su hermana con una tímida sonrisa. Sofía, vestida con la misma blusa pero de color azul, procedió a leer con gran serenidad, siguiendo el ejemplo de su hermana mayor durante su breve intervención:
"Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos…".
