Una semana ha bastado para que el nombre de Ana Soria sea el más comentado y escuchado en los distintos medios de comunicación. La nueva pareja de Enrique Ponce (que ha roto su relación con Paloma Cuevas después de más de 24 años juntos) se ha convertido en el personaje del corazón más buscado y las marcas más prestigiosas de nuestro país han comenzado a fijarse en ella.
La joven almeriense de 21 años ha comenzado a notar la primeras consecuencias de que su nombre esté en boca de todos y en tan solo unos días su perfil de Instagram pasó de tener 500 seguidores a más de 30.000. Un claro ejemplo del interés que ha generado su figura tras salir a la luz su relación con el diestro.
Tanto es así que, según ha comentado la periodista Beatriz Cortázar durante la Crónica Rosa de este miércoles Es la mañana de Federico, las marcas han comenzado a ponerse en contacto con periodistas para conseguir el contacto de Ana Soria y poder contar con ella para campañas publicitarias y photocalls.
Sin embargo parece que la explosión de fama se le ha ido de las manos a la joven y a primera hora de la mañana decidía romper de manera tajante con todo y borrar su perfil de Instagram. Antes de que eso ocurriese, pudimos conocer un poco más a la chica que se esconde tras las fotografías: una joven sonriente que sabe disfrutar de la vida y, como todas las jóvenes de su edad, no duda en posar en bikini para compartir con sus seguidores su belleza.
Hay que recordar que Ana Soria está llevando a cabo estudios de Derecho, aunque su entorno más cercano asegura que le habría gustado ser modelo y actriz. Además, la playa es uno de sus destinos favoritos y en su perfil ha compartido varias fotografías en las que aparece disfrutando del sol y el mar.