Enrique Ponce ha pasado de ser uno de los personajes del corazón más discretos de nuestro país a estar en boca de todos debido al anuncio de su separación de Paloma Cuevas después de casi 25 años de relación y la salida a la luz de la identidad de su nueva ilusión, Ana Soria.
Un cambio de vida que, según explicó este martes la periodista Gema López, comenzó hace años: concretamente desde que Paloma Cuevas dejó de tener vida social tras la muerte de su hermano y dejó de acompañar a Enrique en sus viajes. "El padre de Paloma también dejó de acompañar a Enrique debido a sus problemas de salud. También deja de acompañarle su apoderado y comienza a acompañarle el hijo de su apoderado".
La colaborada de Sálvame afirmó que el matrimonio habría tomado la decisión de separarse "hace dos o tres años" por lo que se cree que entre ellos existiría una especie de "pacto verbal" hasta que estuvieran resueltos todos los asuntos personales y profesionales que tienen en común.
En su cambio "a la hora de operar", Enrique habría tenido la ayuda de "un amigo multimillonario con avión", con el que habría realizado múltiples viajes fuera de España: "Gracias a esto, puede mantener relaciones con algunas mujeres. Probablemente el matrimonio ya había llegado a algún acuerdo. Se realizaron una fotografías en México donde había una persona muy conocida con la que él se veía y las fotos se guardaron". Se trataría de una mujer "muy conocida" en el país y "muy famosa por su profesión": "Las fotografías no son con Ana Soria, como se dijo".
Por otro lado, Gema detalló los cambios "a nivel económico" en la última etapa del matrimonio. Al parecer, Paloma habría comenzado a percatarse "por pequeños detalles" de que las cuentas "no cuadraban". La periodista puso un ejemplo: si un traje de luces cuesta 5.000 euros, la factura reflejaba unos 6.500 o 7.000. A esto se habría sumado una inspección de la Agencia Tributaria: "Después de esa inspección, él se da cuenta de que las cuentas no se han llevado bien y pierde la finca que tenía". Y el supuesto desfase, que al principio habría sido "de pequeñas cantidades" habría acabado convirtiéndose en una cifra desproporcionada: "Lo cuantifican en casi un millón de euros".
Un situación que tuvo "graves" consecuencias según la periodista: "Una de las personas que hasta ahora había administrado las cuentas, dejó de hacerlo y Paloma empezó a echar cuentas. Por eso Paloma estaba tan enfadada cuando se dice que ella dilapida parte de la fortuna, es todo lo contrario". En base a esto, el matrimonio habría decidido tomar medidas "y una fue el despido del mozo de espadas, que ha demandado a Enrique Ponce".