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Por qué Emma Suárez no ha vuelto a emparejarse tras sus dos relaciones

Emma Suárez apenas practica vida social pese a ser una de las más notables actrices españolas.

Emma Suárez apenas practica vida social pese a ser una de las más notables actrices españolas.
Emma Suárez | Archivo

Ya es Emma Suárez una veterana del cine español aunque a sus cincuenta y seis años cumplidos este último verano luzca su palmito y mantenga un saludable atractivo. Hace tiempo que no practica vida social, salvo los preceptivos estrenos. Y ahora menos con el coronavirus, pero la vimos muy guapa, feliz, junto a su hija Ada Marta, asistiendo a uno de los desfiles de moda que se han celebrado en Madrid, la Fashion Week. Tiene otro hijo, su primogénito Juan, que ya ha cumplido veintiocho años. Después de un par de duraderas relaciones sentimentales, no se han conocido otros amores de esta estupenda actriz, que prefiere vivir sus soledades sin ninguna compañía masculina.

Una mañana de 1979 me desplacé a Cuenca para asistir al primer día de rodaje de Memorias de Leticia Valle, donde me reencontré con mi admirado Fernando Rey, que era el protagonista masculino. La jovencita que daba título a la película no era otra que quien sería años después una de nuestras más celebradas actrices, Emma Suárez. Allí debutó. Era, insisto, su primera jornada ante las cámaras de cine. Puede que yo fuera el primero que la entrevistaba. Tenía una hermosa mirada, algo triste. La timidez no la ha perdido del todo, ganando eso sí en carácter. Emma es dulce y en ocasiones con mucho genio.

Fue su madre, que estaba presente en aquel mi primerizo encuentro con Emma, quien la había alentado en su vocación artística, al ser modelo de profesión, deseo compartido con su ex marido, publicista. Emma se crió en un hogar sin la presencia paterna. Y adolescente ya aparecía en anuncios de compresas, dentífrico, guías de viaje, coches último modelo… Con el tiempo, ya embalada en el cine, conseguiría tres Goyas, el primero de ellos a la actriz-revelación. Julio Medem la tuvo como actriz fetiche, siendo Carmelo Gómez el galán que la acompañó varias veces en la pantalla. Joaquín Sabina la eligió como protagonista del video-clip de su canción "Así estoy yo sin ti". Stanley Kramer, que la contempló en La ardilla roja, del mentado Medem, se la recomendó a Steven Spielberg que como productor preparaba el reparto de La máscara de El Zorro y buscaba una belleza juvenil. Hizo Emma las pruebas correspondientes, pero no fue elegida. Nunca ha lamentado no pisar los estudios de Hollywood.

En el decenio de los 90 Emma Suárez fue reclamada en la mayoría de los filmes que se rodaban. Con frecuencia era entrevistada en las más importantes publicaciones. Estaba "hasta en la sopa"… Sin embargo, ella nunca ha querido "ir de estrella por la vida". Es mujer a la que nunca le ha gustado el "glamour", desfilar por la alfombra roja de los festivales, aunque haya tenido que acceder a las pactadas promociones. En su vida no ha habido escándalos de ningún tipo. Sólo dos historias sentimentales, que aunque duraderas, terminaron "como el rosario de la Aurora".

El primer hombre del que se enamoró fue Juan Estelrich junior, hijo de quien con esa misma identidad fue guionista, director y productor cinematográfico. Estela que aquel continuó y hasta montó una modesta productora con su compañera Emma Suárez. Se conocieron en el rodaje de La Vía Láctea. Se fueron a vivir juntos y en 1992, a poco de ello, tuvieron un hijo llamado como el padre y abuelo. Cinco años les duró la convivencia, rota sin que dieran noticia ni razones del porqué se separaron, dada la discreción de ambos. Y nada más acabarse aquella historia nos enteramos que la actriz se había enrollado con un cantautor argentino, Andy Chango, de revueltos y largos cabellos, flaco, del que Emma se prendó a poco de conocerlo, siendo inmediatamente correspondida. El tipo, en realidad aparecía en su pasaporte como Andrés Fejerman. Tuvieron una niña, Ada Marta, la guapa veinteañera con la que su madre es muy feliz, compartiendo sus vidas como buenas amigas.

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Emma y su hija Ada | Gtres

Resultó que el tal Andy Chango era un incorregible bohemio, sin suerte en sus correrías musicales. En tanto Emma no dejaba de trabajar en el cine él no daba un palo al aire. Así no podían seguir. Y tarifaron, aunque Emma, generosa, aceptó que su ex compañero de cama se quedara a vivir un tiempo en la misma casa, para no apartarlo de la hija, teniendo en cuenta que él no tenía "donde caerse muerto", sin un euro en los bolsillos que no fueran los que ella le facilitaba graciosamente. En 2010 cortaron definitivamente su relación.

Y desde entonces, Emma Suárez no ha querido saber nada de ligues, romances ni historias de ese jaez. Siempre afirmaba que jamás se casaría. Ha seguido rodando películas, eso sí más espaciadamente, la última de las cuáles, fechada este año, junto a Adriana Ozores, dirigidas por la siempre interesante Gracia Querejeta: Invisibles. También Emma Suárez parece invisible pues detesta que se metan en su vida, no concede entrevistas si no es por algún trabajo y mantiene su intimidad a raya. Como los reporteros ya lo saben, la actriz aparece muy de tarde en tarde en las revistas del corazón.

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