Concha Velasco se sentó este viernes junto a Bertín Osborne en Mi casa es la tuya para hacer un largo recorrido por su vida personal y profesional. Además de hablar de su inicios en mundo de la interpretación y la canción, de su infancia, también habló sobre algunos de los amores más importantes de su vida, como Paco Marsó, con el que se casó por amor a pesar de que todo el mundo le decía que no era un buen hombre para ella.
La actriz negó haber sido "mujer de muchos novios", ya que ella prefería estar centrada en su trabajo: "No hijo mío, no me ha dado tiempo", bromeó con Bertín. "Solamente he tenido tres". Aunque no habla de Paco Marsó como su gran amor, sí que reconoció que se casó muy enamorada: "Yo me casé y el día de la boda ya no vino a dormir a casa. Llamé a Ernestina, mi suegra y le dije: 'Ernestina he llamado a la policía' y me dijo: 'Ya te acostumbrarás'". "A él le ponía malo que yo supiera hacer tantas cosas, yo le echo mucho de menos ahora, le nombro mucho. Él se portaba bien con todo el mundo, menos conmigo. Yo tardé muchísimo tiempo en divorciarme porque para mí lo más importante eran mis hijos y yo no quería darle un disgusto", continuó.
También habló sobre cómo vivió el ser madre soltera: "Era muy duro porque yo estaba rodando una película y me acuerdo que me desmayaba mucho. Pero no lo sabía nadie. Me desmayaba constantemente porque llevaba una faja que me apretaba todo", se sinceró. A pesar de reconocer que estaba muy relajada en la entrevista, se negó a revelar el nombre del padre de su hijo y solamente mencionó a Paco como padre de sus hijos: "Marsó, un padre maravilloso y adorable, hasta ahí te puedo contar. Yo vi un día a Paco y me quedé muerta, me enamoré locamente de él".
Después de Paco, Concha confesó que se volvió a enamorar, esta vez de su compañero Manolo Escobar. Un amor que fue imposible porque así lo decidieron los artistas. Se trata de la primera vez que habla abiertamente sobre su historia de amor con el cantante: "He estado muy enamorada de este señor, pero decidí que no, me hice súper amiga de su mujer", aseguró. "Anita y yo decidimos ser amigas. Manolo me gustaba un huevo, yo me lo pensé y dije: 'Para qué voy a destrozar un matrimonio'. Le dijimos a Anita que nos gustábamos mucho pero que habíamos preferido ser amigos".