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Rafael Amargo denuncia "una mano negra" y revela el misterio de la balanza que encontraron

Rafael Amargo defendió de nuevo su inocencia y dijo que "hay una mano negra por ahí", que suelta "bulos" pero que "no tiene nombre y apellido".

Rafael Amargo defendió de nuevo su inocencia y dijo que "hay una mano negra por ahí", que suelta "bulos" pero que "no tiene nombre y apellido".
Rafael Amargo | Telecinco

Rafael Amargo se sentó en el Deluxe del domingo para aclarar todas las dudas y polémicas a raíz de su detención por tráfico de drogas y organización criminal y sus broncas con María Patiño, que decidió no estar presente en la entrevista del programa.

Amargo defendió su inocencia y aseguró que el plantón al anterior Deluxe se debió a que "estaba triste y nervioso" y "no era el mejor momento".

"La gente que me quiere está preocupada por mí —reconoció— porque si yo estoy mal, como siempre tiro de todo, nunca lo digo y aguanto. A veces desvanezco, pero me lo como y sufro yo solo", dijo sobre su estado estas últimas semanas. Su familia y amigos se reunieron con él para decirle que tenía que "ingresarse y descansar".

Muy sincero, aseguró pasar problemas económicos, aunque "no le falta para comer". Eso sí, "hay una mano negra por ahí", que suelta "bulos" pero que "no tiene nombre y apellido". Señaló, eso sí, "algunos celos" y "gente que por dos duros te vende".

Explicó los pormenores de la detención y cómo, en contra de lo que se ha dicho, la Policía le trató bien. Eso sí, los registros coincidieron con un periodo en el que está reformando al completo la vivienda, lo que sorprendió a los agentes, que no encontraron "nada".

"¿Alguien te ha metido en este lío?", preguntó Paloma García Pelayo. Él se amparó en que hay un procedimiento judicial abierto y hay que respetarlo. Pero, presionado, tuvo que responder con evidente mal humor: "Evidentemente alguien se lo ha tenido que inventar, porque hay indicios alrededor y algo está pasando". "No puedo señalar a nadie", remató, entre enigmáticas frases como "he metido el hocico donde no debía".

La balanza de precisión fue uno de los objetos que le incautaron, pero no en su casa: la llevaba él mismo en el bolsillo, pero... ¿para qué? Kiko Matamoros aclaró por qué tenía ese objeto: "Cualquier consumidor habitual tiene que llevar una", dijo sin aclarar más. "No voy a decir lo que tú quieres que diga", remató Amargo a la colaboradora, negándose a contestar a por qué llevaba ese objeto en el bolsillo.

"En mi casa se vende alegría", dijo a Antonio Rossi, después de que éste le preguntase si en su casa se vendía droga.

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