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Los 10 años de Joaquín Cortés con Mónica Moreno (y cómo no quiso saber nada del hijo con su secretaria)

Joaquín Cortés cumplió 52 años en febrero, con su vida sentimental completamente estabilizada.

Joaquín Cortés cumplió 52 años en febrero, con su vida sentimental completamente estabilizada.
Joaquín Reyes y Mónica Moreno | Gtres

Joaquín Cortés cumplió cincuenta y dos años el pasado 22 de febrero. Por esos días fue padre de un niño, Andrea, el segundo de los hijos habidos durante su unión con la psicóloga Mónica Moreno, con quien convive desde 2010. Antes, había sido padre de Samuel, fruto del embarazo con quien fue su secretaria, la guineana Cathy Asumu, que no quiso reconocer. Sometido a un jucio promovido por la indignada madre, un juez falló a favor de ella. Desde que el bailarín sentó la cabeza al lado de la mentada Mónica Moreno no se le han conocido otros amores que sumar a una larga lista de amantes.

Joaquín Pedraja Reyes es un bailarín flamenco, gitano de renombre internacional, que empezó a actuar siendo un niño. Componente del Ballet Nacional de España recorrió medio mundo hasta convertirse en solista y primer bailarín de su propia compañía, destacando con sus audaces coreografías. Al tiempo que iba sumando contratos en importantes escenarios aumentaba sus historias amorosas. Hasta que entabló íntima amistad con la madrileña Mónica Romero, se le han adjudicado contrastados romances con la canaria Goya Toledo, su paisana Mariana Pineda (cuya muerte en 2015 lloró desconsolado), Amparo Larrañaga, María Gracia Cuccinotta, Marisa Jara (que al irse con él abandonó a su entonces novio Manu Tenorio), Blanca Romero, Elena Maruenda… Todas ellas actrices y modelos, ambientes donde siempre encontró fáciles contactos para enrollarse. Luego hubo infinidad de ligues con otras jóvenes menos conocidas: Alicia, Adriana Marchetti, Sofía Bruscoli, Carla Pereira… La agenda de Joaquín Cortés la renovaba cada temporada, porque le faltaban páginas para anotar los teléfonos de sus amadas. Ellas, en privado, lo llamaban Tatín. Muchas sufrieron pues era él quien las abandonaba. El caso más sonado fue el de la "top model" Naomi Campbell, que hubo de ser hospitalizada de la depresión padecida cuando el bailarín "le dio puerta". Y eso que tales amoríos proporcionaron a nuestro compatriota una bonita publicidad fuera de nuestras fronteras. Pero a él, tipo al que le sobra ego, no le importó. Tenía ese punto canalla y chulesco que vuelve locas a ciertas mujeres. Si no insistes, ellas van detrás de uno. Pura pulsión machista que Cortés ha aplicado en casi todas sus relaciones. Hasta que a su vida llegó Mónica Moreno.

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Kathy Asumu | Gtres

Joaquín Cortés había tenido un varón, resultado de sus roces con su asistente, una joven de color, Cathy Asumu, como decíamos de nacionalidad guineana. Ella estaba muy enamorada de su jefe, pasaban muchas horas juntos, en la oficina y en los viajes. Tarde o temprano era una "pieza" que el seductor Joaquín Cortés no iba a dejar escapar. Y cuando ella le anunció que esperaba un bebé el bailarín no se creyó que era fruto de tantas veces como se metieron en la cama. Nació el chico, al que ella tuvo que registrarlo con sus apellidos, y tras denunciarlo, un juez determinó, con las pruebas aportadas por la madre, que el progenitor era Joaquín Cortés. Las disputas habían durado varios años. Samuel Martínez Pedraja tiene en la actualidad doce años, vive con su madre en Guínea Ecuatorial, donde ella ejerce con un buen puesto en el Ministerio de Turismo, sin que Joaquín Cortés quiere saber nada de ellos.

Mónica Moreno, su actual compañera es quince años menor que el bailarín cordobés. Se conocieron en un club, camino del baño. Flipó Joaquín al verla y se dijo que tendría que conquistarla, lo que le llevó varios años. Ella, se ganaba la vida como azafata en los palcos Vip del Real Madrid, mientras, veinteañera, cursaba estudios de Psicología en la Universidad. Tenía un novio, con el que llevaba cinco años y se daba cuenta que Joaquín, pese a sus lisonjas y llamadas telefónicas buscando con ella una cita, era un hombre muy solicitado por el mal llamado sexo débil. Pero quien la sigue, la consigue. Empezaron a vivir juntos y en 2018 tuvieron un hijo, Romeo. Y ahora, otro varón, Andrea. Hace tiempo que él decidió irse a vivir a Lisboa y Mónica se fue con él. Comparten otro piso también, en Madrid. Ninguno de los dos ha manifestado públicamente deseos de casarse. Pero dicen estar muy a gustito así, solteros y enamorados. Es otro Joaquín Cortés, evidentemente, muy casero cuando no está de gira y ya con su agenda de ligues caducada.

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