Las dos actividades de Toni Cantó, como actor y político, hace tiempo que lo convirtieron en un personaje conocido, siendo reclamado de vez en cuando para programas de televisión: hace unas semanas intervenía en la final de Mask Singer, quedando en tercer lugar, disfrazado de camaleón. Allí, Cantó… cantó "Como yo te amo", ante la sorpresa de su buena amiga Malú, unida a Albert Rivera, el exlíder del partido Ciudadanos. Del que estos días ha renegado, abandonando su puesto de portavoz en las Cortes valencianas, oponiéndose a los tejemanejes de Inés Arrimadas, su presidenta. Ello lo lleva a meditar su futuro político o para volver a su condición de actor. En esRadio relató sus últimas experiencias, enfadado, lógicamente, por la deriva ocasionada por la líder de la formación naranja. Todo un carácter, con aplastante lógica, Toni Cantó demuestra su comprensible coherencia. Vehemente siempre. Y en su vida privada con una biografía sentimental, curiosa e intensa, entre varios amores de distinta condición sexual.
Antonio Cantó García del Moral cumplió el pasado 14 de enero cincuenta y seis años. Natural de Valencia, su padre, médico de profesión, pretendía que Toni eligiera la misma pero se llevó un chasco cuando aprovechándose de su atractivo físico comenzó a exhibirse como modelo de pasarelas. De allí dio un salto a presentador de televisión. Reducimos su currículo tras señalar que, como actor, intervino en diferentes series de televisión hasta rodar veintitantas películas, una de ellas a las órdenes de Pedro Almodóvar, Todo sobre mi madre.
Su debut en la gran pantalla se produjo a mediados de la década de los 80, cuando había fijado su residencia en Madrid: En penumbra. Allí intimó con Miguel Bosé. Otro de sus inseparables fue el gran bailarín y coreógrafo, su paisano Nacho Duato. Si en la serie Vida loca personificaba a un tipo que abandonaba a su mujer para "salir del armario", ya no hubo duda al aparecer en la revista Shangay Stile 2011, donde confesaba haber tenido relaciones por vez primera con chicos a la edad de catorce años.
Pero también mostraba Toni Cantó en su juventud su otra cara, enamorándose de la prima de Miguel Bosé, Bettina, aunque esa relación fuera por poco tiempo. Miguel es nueve años mayor que Toni y en aquellos años 80 eran inseparables. Hasta que lo dejaron. Parece que con problemas de por medio, permaneciendo distanciados cierto tiempo. Tal vez aquel se enojó cuando percibió que Toni le hacía mucho caso a Eva Cobo, de la que se encaprichó nada más conocerla como "chica Almodóvar", en Matador. La pareja quedó encandilada mientras rodaban Oficio de muchachos. Tras un primer contacto en 1986 dos años después ya vivían juntos, hasta su ruptura en 1992. El abrupto final se produjo dos meses antes de que ella diera a luz a Carlota. La llegada al mundo de esta niña trastornó a Toni Cantó, incapaz de aceptar que era el padre de la criatura. Tras un largo proceso el actor acordó darle los apellidos al bebé. Diecinueve años más tarde, Carlota Cantó fallecería cuando el coche en el que viajaba junto a su novio fue arrollado por el de un conductor "kamizake" que, borracho, circulaba en dirección contraria. El suceso dejó en Toni, padre de la infortunada joven, huellas de dolor difíciles de olvidar.
Atrás, la vida del galán valenciano había transcurrido con sucesivos amores, que le duraban poco, mientras su carrera artística le permitía gozar de éxitos teatrales o cinematográficos: había desarrollado, sin duda, un progresivo ascenso a base de trabajo y talento. En ese zig zag amoroso, dio en unirse a la presentadora de televisión Carla Hidalgo, con quien tuvo un hijo, Lucas, nacido en 2003. Ya era Toni, por lo tanto, padre de dos retoños. De nuevo lo sería en 2006 de otra niña, Violeta, fruto de su siguiente convivencia con otra actriz, Mar Regueras, con quien intimó durante la serie televisiva De moda. Tres hijos con tres mujeres diferentes.
Esa complicada, ¿o no?, vida sentimental, que acaso no fue comprendida por algunas de sus parejas, llevó a Toni Cantó a unas comprensibles dudas. Mas lo cierto es que en su vida han sido más ellas que ellos las que han marcado su existencia. Y así en 2010 dio un paso importante al casarse (la única vez que lo hizo) con una terapeuta canaria, quince años menor, de nombre Inma Suárez. El desposorio apenas duró un año. Y ya no le quedaron más ganas de repetir esa experiencia con papeles de por medio. La siguiente compañera que le conocimos era la mallorquina Lourdes Verger, experta en marketing y publicidad y luego asimismo actriz con la que compartió cartelera en la obra teatral Aquiles, el hombre. Entre medias pasó unas tórridas vacaciones playeras en Mallorca con Cristina Castaño y puede que también sostuviera ligues de quita y pon. Porque amorosamente Toni Cantó siempre ha sido muy activo. No es raro que los reporteros lo siguieran cámara en mano para vender exclusivas de sus constantes amoríos. Él se enfadaba por esa insistencia, pero lo cierto es que ello lo mantenía más presente en las revistas del color.
Cuando entró en política y se fue a vivir a su ciudad natal entró en un periodo más sensato en cuanto a ir dejando de lado su faceta sentimental. Y ya sólo supimos de sus pasos sentimentales cuando en 2019 durante uno de sus discursos en nombre de su formación, Ciudadanos, en presencia de Albert Rivera y otros líderes del partido, dedicó al final de su perorata una "declaración de amor" a la mujer que compartía entonces su existencia; dama rubia, no identificada, que se hallaba en primera fila del público. Toni tiene su vivienda en las inmediaciones del muy concurrido Mercado Central, por las que cuando lo ven las vendedoras y vecinas lo piropean: "¡Adiós, bonico!" Y es que continúa teniendo "tirón" con ellas, probablemente sus votantes también. Ha pasado el tiempo e ignoramos si continúa a su lado o no. En todo caso, Toni Cantó ya no parece ser el mismo, aquella veleta de su juventud, incapaz de "sentar la cabeza" en su devenir con sus amistades. A su edad, cincuenta y seis años queda dicho, y tras el descalabro político y desilusión como diputado y portavoz, nos queda por saber cuáles serán sus próximos pasos. Si como actor estaba seguro con sus compromisos, siempre quedará la incógnita de su futuro sentimental.