
La situación de Enrique Ponce y Paloma Cuevas parece atascada un año después. Y Ana Soria ha tenido esta vez que pagar los platos rotos tras meses de indisimulado amor con el torero.
Hace unos días saltó la noticia de que Ponce había borrado sus redes sociales, las mismas donde había mostrado su amor por la joven estudiante acaparando por el camino toda la atención mediática.
Más tarde, trascendió la petición de Ponce a Ana Soria de hacer lo mismo con sus redes, extremo al que la joven, tan ducha en el uso de Instagram como la mayoría de jóvenes de su generación, se negó en redondo.
Pero Ana Soria ha claudicado eliminando su perfil, siguiendo los pasos de su amor. Una decisión que, de momento, se sobrepone a los constantes rumores de crisis que llevan sonando durante semanas y que, recientemente, la publicación de una sonada discusión en plena calle entre ambos no hizo más que reforzar.
Mientras tanto, la vida sigue y el divorcio entre Paloma Cuevas y Enrique Ponce aún no se ha firmado. Queda por ver lo que ocurre con la comunión de una de sus hijas, una reunión social que amenazaba con complicar sobremanera la situación en semejante triángulo.