Son contadas las veces que hemos podido ver a Antonio David Flores desde que comenzara la emisión del documental protagonizado por Rocío Carrasco, en el que señalaba al ex guardia civil como maltratador. Expulsado de Telecinco, con gran parte de la prensa del corazón a los pies de la hija de Rocío Jurado y, por tanto, sin posibilidad de réplica, el malagueño se ha refugiado en su ciudad natal donde está viviendo una de las etapas más complicadas de su vida.
A esto hay que sumar que su mujer, Olga Moreno, está a miles de kilómetros viviendo su experiencia en Supervivientes. Además, su hija ha aumentado sus apariciones televisivas y cada vez pasa más tiempo en Madrid, por lo que las visitas a su padre se han visto reducidas. Toda esta situación está afectando a Antonio David tanto física como psicológicamente, prueba de ello es la desmejora que hemos podido ver en sus escasas salidas a la calle.
Tal es su estado anímico y físico, que su entorno más cercano ha comenzado a preocuparse. En las imágenes se puede ver la falta de descanso que refleja su rostro: ojeras marcadas y palidez. Además, el que fuera colaborador de Sálvame ha bajado mucho de peso, si lo comparamos con su estado hace unos meses en sus últimas apariciones televisivas.
Su hija Rocío Flores ha hablado en alguna ocasión sobre cómo está viviendo su padre esta complicada situación y, aunque no ha querido entrar en detalles, asegura que tiene el apoyo de toda su familia: "Está", dijo sin querer ahondar, pero dando a entender que no está en su mejor momento.