Aarón Guerrero fue toda una revelación en su faceta de actor, siendo un niño, en las series de Médico de Familia (su personaje era el de Chechu) y Ana y los 7. Su vida dio un vuelco grande a nivel profesional, dedicándose a la hostelería, y en la actualidad tiene un verdadero emporio.
El gusanillo de la interpretación no se le ha pasado, pero al no tener unas ofertas interesantes, optó por otra de sus grandes pasiones. Primero fue la noche, en la emblemática sala Pachá, y una vez terminada esa etapa, en los restaurantes, que son su verdadero fuerte. "De aquella época tengo un recuerdo imborrable, fue muy bonita, pero la vida cambia y estoy muy contento con mi vida, a todos los niveles, tanto en el profesional como en el personal."
"Hemos crecido mucho en los últimos años, empezamos con un localito, La Malaje, hace 5 años, ahora en pleno barrio de La Latina, y ahora nos hemos juntado con 7 locales. Hemos ido un poco rápido, aunque este año y medio ha sido complicado por la dichosa pandemia, pero nos hemos ido salvando con las terrazas y seguimos creciendo, porque tenemos nuevas aperturas previstas para los próximos 2 años. El grupo que se llama Mimosa, abarcamos varios ambientes, por una parte, tabernitas, otra Malaje, y los italianos, todos en Madrid, y también uno en Pozuelo de Alarcón. Aparte una distribuidora de tomates, y frutas y verduras de temporada, que vendemos a hostelería, y que con el tiempo también abriremos en Marbella, Sevilla y Alicante".
Su época de Chechu la recuerda con mucho cariño. "Empecé con 7 años Medico de familia, hasta los 12, y con Ana Obregón, desde los 14 hasta los 19. En mi casa esa profesión gusta mucho, mi padre aparte de ser guionista también es actor de doblaje."
Al preguntarle por Ana Obregón, se le ilumina la cara. "Le tengo un gran cariño, aunque hablamos poco. Ahora está muy metida en su burbuja familiar, y es lógico después de la tragedia que le ha pasado con la muerte de Alex. Fuimos bastante amiguetes, su pérdida me ha dolido mucho al haberle conocido", confesó.
Se acaba de casar con Salomé, la madre de su hijo que ya tiene 3 años. "Llevamos juntos 5, tuvimos que aplazar la boda por la pandemia, y pensábamos ir viaje de novios a Estados Unidos, pero no fue posible y nos fuimos a Ibiza y Formentera, que era mucho más fácil dadas las circunstancias. La pandemia la pasamos los 3 en casa, y disfruté muchísimo, nos unió una barbaridad. A nivel laboral fue complicado, pero al estar en Madrid, reconozco que la labor de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Almeida ha sido magnifica para que la hostelería saliera adelante, ya que hemos podido trabajar".