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Pier Ángeli no pudo casarse con su gran amor, James Dean

La italiana Pier Ángeli acabó suicidándose en su apartamento por desamor.

La italiana Pier Ángeli acabó suicidándose en su apartamento por desamor.
Pier Angeli y James Dean. | Cordon Press

Aquel 10 de septiembre de 1971 una mujer de treinta y nueve años, guapa, de facciones delicadas, que había triunfado en el cine, decidió quitarse la vida por amor. Tomó unos barbitúricos en una de las habitaciones de su casa de Beverly Hills, en Los Ángeles y la encontraron muerta. Había dejado un escrito donde decía que su gran amor había sido James Dean. Desgraciadamente este galán hacía dieciséis años que había fallecido, a consecuencia de un accidente. Pero Pier Ángeli nunca lo olvidó, aunque su matrimonio con él nunca se produjo. Él no quiso.

Anna María Pierángeli nació en Cagliari, Cerdeña (Italia) el 19 de junio de 1932. Debutó en el cine de la mano de Vittorio de Sica, que la dirigió en 1949, en Mañana será tarde. Dos años después fue protagonista de Teresa, la película que le abrió las puertas del cine de par en par. Estaba maravillosa. Se fue a Hollywood donde compartió repartos con grandes actores. En Marcado por el odio era la compañera del debutante Paul Newman, que recreó la vida del legendario boxeador Rocky Graziano. Y Kirk Douglas en Tres amores, año 1953, con quien vivió un tórrido romance.

La pareja más fogosa de aquel tiempo la formó Pier Ángeli (que había adoptado ese apelativo separando su apellido) con James Dean, que con tres películas (Al este del Edén, Rebelde con causa y Gigante) se había convertido en el símbolo de toda una generación de jóvenes. El noviazgo no fue bien visto por la madre de Ana, quien lo tenía por un tipo raro, que no era católico, y por ello no merecedor de casarse con ella. Lloró Ana María su ruptura con James Dean, quien a pesar de quererla mucho no estaba convencido de matrimoniarse con ella. ¿Qué se lo impedía? Su homosexualidad. En Hollywood era "vox pópuli" que se acostaba con chicos de su edad; incluso se sospechaba que había tenido experiencias con Marlon Brando, Montgomery Clift, Sal Míneo y algunos otros divos tenidos por gays.

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Dean Martin y Pier Angeli | Cordon Press

A pesar de que su noviazgo fue corto, Ana María seguía pensando en él. La inesperada muerte del actor supuso para ella un duro golpe. Cayó en una etapa depresiva. Las circunstancias que rodearon el fallecimiento del rubio e inestable galán contribuyeron a que ella viviera desde entonces muy desconsolada. James acababa de rodar Gigante y se dispuso a probar su coche de carreras, un Porsche 550 Spyder. Acompañado de un mecánico amigo se puso al volante en dirección al pueblo de Salinas, en California. Poco antes de llegar a su meta se cruzó de frente con un Ford conducido por un estudiante. James Dean frenó su vehículo, quizás pudo esquivarlo, se dijo, mas el caso es que el choque frontal le produjo la muerte casi instantánea. Sucedió el 30 de septiembre de 1955. Para entonces, cuando hacía más de un año que había roto con él, Pier Ángeli se había casado con el cantante de origen italiano Vic Damones en 1954, con quien al año siguiente tuvo un hijo, Perry. Fue un fracaso aquella unión. Tras su divorcio en 1958, Ana María dejó Hollywood para siempre y regresó a Italia donde cuatro años más tarde contrajo un segundo matrimonio con el compositor italiano Armando Trovaioli, que duró hasta 1969. Fueron padres de un varón, Andrew. Tampoco esta vez la actriz alcanzó la felicidad.

Sus siguientes películas no le proporcionaron suficiente éxito. Lo que unido a sus desgracias sentimentales convirtieron a Pier Ángeli en una infortunada estrella que vagaba sin conseguir el equilibrio que buscaba. Se la vio por Madrid, donde parece que jugueteó con un reportero gráfico, que sepamos. Ninguno de los hombres que conoció le hicieron olvidar a James Dean. Por eso se quitó la vida cuando ya no esperaba nada de la vida, tal era su desesperación.

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