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La decisión de Curro Romero y Carmen Tello tras el fallecimiento de Concha Márquez Piquer

El fallecimiento de la artista posibilita el enlace religioso de Curro Romero y Carmen Tello.

El fallecimiento de la artista posibilita el enlace religioso de Curro Romero y Carmen Tello.
Curro Romero y Carmen Tello. | Cordon Press

Curro Romero, que acaba de cumplir ochenta y ocho años el pasado 1 de diciembre, lleva veintiocho felizmente casado con Carmen Tello. Pero civilmente. Ferviente católica ella, siempre deseó celebrar sus segundos esponsales (se divorció de su primer marido). ante el altar. Por su parte no había problemas legales, sí por la de Curro, que continuaba, aunque separado, siendo el marido de Conchita Márquez Piquer. Fallecida ésta recientemente ya no existen condicionantes que impidan la boda religiosa de Curro y Carmen. Sin prisa, el día menos pensado, sin "dar cuartos al pregonero", cumplirán su deseo sólo rodeados de un reducidísimo número de amigos, y se supone que en presencia de la hija del torero y los hijos de la novia.

El caso de esta pareja nos trae a la memoria el de Lucía Bosé, que se decía aún casada, pero obviamente separada, de Luís Miguel Dominguín. La actriz italiana nunca movió un dedo para que la última pareja del diestro, Rosario Primo de Rivera, pudiera acceder a su sueño vestida o no de blanco pero sí en un templo religioso, lo que a Luís Miguel le daba exactamente igual. Se murió éste dejando viuda a Rosario, pero por la vía civil de su matrimonio. Concha Márquez Piquer nos decía a los periodistas que ella se había casado ante Dios; y ante el sacerdote que la casó con Curro musitaron el ritual: "… lo que Dios unió que no lo separe el hombre". Y tampoco accedió a iniciar los trámites de nulidad para complacer a su ex y a la compañera de éste.

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Los informadores tal vez "nos columpiamos" repitiendo en nuestros comentarios aquello de que Concha se negaba a facilitarle la nulidad a Curro Romero. Lo que como una cantinela se repitió muchas veces en las revistas del corazón y los programas rosa televisivos. Ella "se subía por las paredes" al ser señalada tantas veces como culpable de esa situación. Fuimos injustos con ella, ignorando algo fundamental: que la nulidad la concede el Tribunal de la Rota y no era potestad ni de Concha ni de su ex marido.

Es cierto que Curro Romero, según contó Concha Márquez Piquer, solicitó la nulidad ante ese Tribunal, recibiendo una respuesta negativa. Es posible que de haber contado con la complicidad de aquella tal vez el proceso podría haberse solventado positivamente para él, argumentando lo preciso en esos casos. Ahí sí que ella no se prestó a la maniobra. Razón por la que el torero sevillano no pudo complacer a Carmen Tello y tuvieron que celebrar su enlace, como decíamos, en un juzgado.

Si nos ponemos a divagar sobre esa historia encontramos que siendo católica Concha Márquez Piquer, al casarse en segundas nupcias con el actor Ramiro Oliveros hubo de hacerlo asimismo civilmente. No es lo que señala la Iglesia a los que a ella pertenecen. Mas se imponía la férrea, inamovible posición de la hija de Concha Piquer en no dar su brazo a torcer para complacer a Curro Romero.

Que cada cuál entienda eso a su manera. Concha y Ramiro fueron muy felices el tiempo que estuvieron casados, lo mismo que Curro y Carmen. Sin bendiciones. Sólo unidos por unos papeles. El destino posibilita ahora que esta última pareja pueda al fin, aunque algo tarde, celebrar ese ansiado enlace religioso.

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