La escapada no tan secreta que Iker Casillas y Sara Carbonero hicieron el pasado mes de diciembre a Oporto fue toda una sorpresa para los fans y seguidores de la expareja, una de las más queridas del panorama nacional. ¿Significó aquello una reconciliación o al menos un acercamiento? Nada más lejos de la realidad, ya que el exfutbolista y la periodista hacen vidas separadas, incluso se publicó recientemente la primera foto de Sara con su actual pareja, el cantante Kiki Morente.
Según publicó Semana, se alojaron en el mismo hotel, un lugar exclusivo en el que pudieron disfrutar de unas maravillosas vistas al río Duero. Una estancia en la que se cuidaron para no ser fotografiados y pasar desapercibidos. Pero que podía parecer una escapada romántica no fue más que un viaje familiar para hacer felices a sus hijos Martín y Lucas, según desvela el portal Jaleos.
Sara e Iker decidieron volver al lugar en el que residieron durante más de cinco años y en el que fueron tan felices. Según desvela una persona de su entorno a la web, se trató de un viaje "planificado" para que sus hijos volvieran al sitio en que crecieron y pasaron tantos años. Al parecer, echan muchos de menos la ciudad portuguesa y el regreso a Madrid fue algo complicado, por lo que unos días en Oporto durante sus vacaciones navideñas les hicieron de lo más felices.
Los padres también aprovecharon para visitar algunas amistades que hicieron en el país vecino, adónde se mudaron cuando Casillas fichó por el Oporto para pasar los últimos años de su carrera deportiva. "Quien piense que en ese viaje puede haber una segunda oportunidad o cosas de esas, está muy equivocado. Ni la hay ni la habrá. Lo tienen los dos muy claro", confirma la fuente.
Ya en España, Sara Carbonero visitó con los niños Corral de Almaguer (Toledo) su pueblo natal, donde posee una vivienda que construyó con Iker. La revista Hola publicó varias fotos de su visita con sus hijos a un Belén navideño en el pueblo, aunque apenas hizo vida social por sus calles.