Este domingo, 16 de febrero, se cumple el septuagésimo aniversario de la subida al trono de Gran Bretaña de Su Majestad Isabel II. En esta fecha, en 1952, ciñó la Corona en una emocionante y brillante ceremonia en la abadía de Westminster, escenario de múltiples acontecimientos de la Familia Real. La heredera a la muerte de su padre, el rey Jorge VI, cuando tenía solo veinticinco años de edad.
Con motivo de ese largo reinado de la longeva Soberana, la primera en el Reino Unido en alcanzar esos setenta años en el trono, se festejará durante todo el año su Jubileo de platino. ¿En qué consiste? Jubileo, aparte de su propio significado que todo el mundo comprende, es en la monarquía inglesa un evento por el que, amén de festejar periódicamente su condición regia, viene a reforzar si cabe aún más su papel al frente del país. Presencia siempre recordada por la ciudadanía, que no da la impresión de haber nunca discutido la permanencia de la Familia Real, del régimen monárquico, por encima de cuantos problemas y disgustos le han ocasionado algunos de sus hijos y hasta un nieto. Es por ello que, en la celebración a partir del próximo junio del Jubileo de platino, quedan excluidos su hijo Eduardo y su nieto Harry, por motivos que eludimos aquí, al ser suficientemente conocidos.
El Jubileo de la Reina ha tenido lugar al celebrarse los veinticinco, cuarenta, cincuenta, sesenta y ahora setenta años de su reinado. Y, respectivamente, tuvieron la denominación de Jubileo de plata, en 1977; de oro, en 2002; de diamante, en 2012; de zafiro, en 2017, y en este 2022 el ya mencionado de platino. En todas esas fechas hubo grandes fastos, muchos de ellos de carácter popular. Y en el presente, será el próximo 2 de junio cuando arranque oficialmente el Jubileo, que durará todo el año tanto en Londres, como en todas las ciudades del Reino y asimismo en los países de la Commonwealt. En ese segundo día de junio se iniciará ese gran acontecimiento con el Desfile de Cumpleaños (aunque no coincida con el de su aniversario, en abril, ni el de su reinado). Una simbología que se abre con un espectacular desfile, que en su denominación inglesa se conoce como "Trooping the Colour", o Desfile del Estandarte. Participarán mil cuatrocientos soldados, medio millar de caballos, otros tantos músicos, con esas fanfarrias tan tradicionales en la capital británica. Y desde luego la presencia de la Reina y miembros de su Familia en carruajes y a caballo. Desfile que se iniciará desde el Palacio de Buckingham, para luego, por supuesto, tras un largo recorrido, retornar a él. Inmediatamente después está previsto que Isabel II presencie desde el balcón palaciego una demostración de la Fuerza Aérea Real. El mismo día y los siguientes tendrán lugar en Londres un concurso hípico con la participación de algún familiar de la Reina y aristócratas de la Corte inglesa y un concierto en Palacio en el que tomarán parte importantes artistas. Amén de un sinfín de actos en semanas, meses sucesivos.
Naturalmente esos actos previstos con suma antelación podrían verse alterados por dos razones fáciles de comprender. Por un lado, la avanzada edad de la reina, cuya salud, en principio aceptable en sus circunstancias aunque últimamente con ciertos momentos de preocupación, le podrían impedir asistir a alguno de esos eventos antes mencionados. Y a su condición de persona de alto riesgo no se olvide su estado anímico, al enviudar de Felipe de Edimburgo el pasado año. Agreguemos que la situación mundial provocada por el tan largo ya y temido Covid-19 y sus secuelas, trastocarían no pocos planes de es Jubileo de platino.
Los organizadores de tal Jubileo han tenido muy en cuenta que el pueblo británico es esencial en las celebraciones, el principal destinatario de ellas, por expreso deseo de la propia homenajeada, Isabel II. Así es que tendrán lugar actividades en las que los ciudadanos puedan participar. Una de ellas ya está en curso y resulta simpática: un concurso de recetas para premiar la mejor de ellas, con el propósito de elegir el mejor postre, que será ofrecido a la Reina.
Suponemos que, empezando por la BBC británica, el Jubileo de platino será retransmitido a un elevado número de cadenas televisivas. Y aquí en España es fácil prever que los programas del corazón tendrán un hueco importante para recrearnos con imágenes de esos eventos resumidos aquí. Eso restará, afortunadamente, espacios para olvidarnos siquiera por un rato, de las cuitas de Isabel Pantoja, su hijo Kiko, los familiares adosados, el impresentable ex de Rociíto, ella incluida tras seguir "forrándose", las continuas reapariciones de Bárbara Rey para "hacer caja", los enfrentamientos casi constantes de Jorge Javier, que a este paso terminará siendo socio de Berlusconi en Telecinco, rebosantes en euros; al igual que otros seriales interminables que, a juzgar por los índices de audiencia parecen ser la mejor terapia de sus seguidores para no escuchar las broncas en el Congreso y las ya tan habituales mentiras de "Pinocho" Sánchez. Algo es algo. Aunque Isabel II esté al margen de esas vulgares peripecias de nuestros "famosos" de pacotilla.