Juan Muñoz, cómico del desaparecido dúo Cruz y Raya, se ha convertido en una de las incorporaciones más mediáticas de Supervivientes. Lo hace con un importante caché -inferior, no obstante, al que pretendía- y ciertas exigencias que ahora destapa la revista Semana.
Según la fuente de la revista, su amigo Luis Alvero, Muñoz quería 20.000 euros semanales pero finalmente le han pagado 12.000 por cada siete días. Además, "puso como condición que quería un médico español y un ambulancia cerca de la isla".
No obstante, Juan Muñoz está convencido de que va a sorprender al público, ya que asegura ser un "gran submarinista" y cazador. "No va con el objetivo de ganar, sino como experiencia y para ganar dinero", asegura la fuente de la revista, que recuerda además las abundantes deudas del cómico.
El ex de Cruz y Raya, además, también puso sobe la mesa una lista negra de personas que no deben ir a los platós a hablar de él. Y en esa lista aparece José Mota, su anterior compañero de fatigas televisivo.
No obstante, el verdadero carácter de Juan Muñoz saldrá a la luz, según Alvero "pronto sacará su verdadero yo". "Tiene muy mal carácter. Él no escucha. Cuando lo conoces por primera vez es muy cariñoso, te hace sentir muy bien, pero pronto saca su verdadero temperamento. Es una persona muy hipócrita e intenta aprovecharse de todas las personas que tiene a su alrededor. Según él es una persona importante en España".
Muñoz, por tanto, llega a Supervivientes dispuesto a ganar dinero para saldar numerosas deudas. Las mismas que considera que su familia le debe a él, razón por la cual no se habla con sus hermanos y apenas con sus hijos.
La peor relación la tiene con su hermana. "Él le compró a su madre una casa en Málaga, pero según la hermana él no había pagado ningún tributo. Acusa a la hermana de que obligaba a la madre a trabajar de limpiadora para poder pagar las cosas de la casa". Una vez falleció su madre, la casa se difirió entre tres hermanos y Muñoz quiso cobrar más de la herencia porque "decía que había dejado dinero a toda su familia". El desacuerdo con su hermana, explica Alvero en Semana, llegaría a los 20.000 euros.