Si las imágenes de Isabelle Junot y Álvaro Falcó dándole el ramo de flores de la novia a Tamara Falcó en su boda desataron las especulaciones respecto a un posible compromiso matrimonial entre la Marquesa de Griñón e Íñigo Onieva, las paradisíacas y románticas vacaciones de la pareja en Filipinas no han hecho más que acrecentar los rumores.
Y es que además de tiempo para recorrer de cabo a rabo el país de Isabel Preysler y descubrir de primera mano sus impresionantes tesoros naturales, Tamara e Íñigo también han disfrutado de momentos inolvidables, como una romántica cena en una playa desierta a la luz de las velas. "Para toda la vida", confesaba la socialité en sus redes sociales, activando todas las alarmas. ¿Le ha pedido ya el ingeniero que se case con él?
Mientras sus seguidores suspiran con esa boda de ensueño y especulan acerca de cómo será el vestido de novia de la diseñadora -sin duda, una de las mujeres más elegantes de nuestro país- la pareja ya ha regresado de sus espectaculares vacaciones en Filipinas. Y, mientras Tamara derrochaba simpatía con Jesulín de Ubrique en El Hormiguero, Íñigo asistía a una fiesta de pijamas en el club que regenta en la Gran Vía madrileña.
Con un dress code adecuado para la ocasión y un antifaz para dormir en la frente, el empresario reaparecía ante las cámaras, tan esquivo como siempre y dando la callada por respuesta a la pregunta del millón: ¿Le ha pedido matrimonio a Tamara?