Está considerado uno de los grandes intérpretes melódicos. El italo-canadiense Michael Bublé nació hace cuarenta y seis años y debe su popularidad a su estilo romántico, en la línea de Frank Sinatra, del que dicen es su sucesor. Comparaciones aparte, tiene una manera de cantar que entusiasma a gentes sensibles, preferentemente madura. Frente a tanta proliferación de artistas de "reguetón" y tantos otros ritmos destinados a la juventud, algo perfectamente comprensible, se alza la voz de Michael Bublé, a quien por supuesto no hay que tildar en absoluto de antiguo. Lo prueban los millones de discos que vende en todo el mundo. Ídolo de muchas mujeres tuvo varios amores antes de conocer a quien desde 2011 es su encantadora esposa, con quien tiene tres hijos. La pareja anunció que espera el cuarto durante su reciente estancia en Madrid, donde Michael derrochó simpatía con cuantos lo entrevistaron, respondiendo regularmente en inglés pero también intercalando frases en español, idioma que entiende, aprendido porque Luisiana Lopilato, su mujer, es argentina.
Dudaba Michael en su juventud entre dedicarse al mundo artístico o ejercer profesionalmente su deporte favorito, para el que estaba muy dotado: el hockey sobre hierba. Tenía un equipo en Vancouver. Pudo más, finalmente, su otra vocación musical.
Resulta anecdótico de cómo grabó sus primeras canciones. Al principio, Michael era un cantante local, al que contrataban en acontecimientos familiares. En la boda de la hija del ex primer ministro de Canadá, Brian Mulroney, amenizó el ágape nupcial. Entre los invitados se encontraba un importante productor discográfico, David Fóster, que entre otras celebridades se ocupó de Barbra Streisand. Contrató a Michael Bublé, que de la noche a la mañana vio encarrilada su carrera, con un álbum de clásicos americanos. A partir de ahí se iniciaba su escalada, como la de los viejos "crooners" del pasado caso por ejemplo de Bing Crosby; vocalistas de un repertorio tradicional, aunque Bublé, poco a poco, no desdeñó composiciones más modernas, sin salirse desde luego de su género musical preferido.
No ha olvidado nunca Michael de dónde procede: una familia modesta canadiense, cuyo padre era pescador de salmón, al que a menudo ayudaba en su arriesgada y penosa labor. Eso le ha librado de ser extremadamente vanidoso: tiene los pies en el suelo, es sencillo en el trato, encantador, simpático y amable.
De sus primeras conquistas anotemos el nombre de la actriz, cantante y bailarina Debbie Timuss, que fue su novia durante unos años, pero en 2005 se separaron y Michael le dedicó, como despedida, su melodía "Lost". La reemplazó en el corazón del intérprete otra actriz, de nacionalidad británica, Emily Blunt, pero su convivencia de truncó tres años más tarde. Ese año, 2008, Michael encontró la media naranja que buscaba cuando actuó en Buenos Aires. Allí conoció a otra actriz y modelo, la antes citada Luisiana Lopilato. Flechazo al canto, aunque la boda la pospusieron hasta 2011. Sucesivamente fueron llegando los bebés a su hogar: Noah, en 2013, Elías tres años después y la niña, Vida, en 2018. Queda dicho que a finales del verano tendrán otro retoño. En ese ambiente familiar sólo hubo un momento de angustia para el matrimonio, cuando al primogénito le diagnosticaron cáncer de hígado. Michael, decidió retirarse de la canción hasta que su hijo estuviera totalmente curado, como así fue.
Hace pocas semanas apareció el undécimo álbum de Michael Bublé, "Higher", donde se recoge un dúo con Willie Nelson, veteranísimo intérprete de "country", ya con ochenta y ocho años, que viajó desde su refugio en Hawai para grabar a instancias de Michael. Un tema de Bob Dylan también se incluye en este álbum del canadiense. Y otro de Paul McCartney. Enterado éste de que su colega iba a grabar una versión de "My Valentina", se ofreció a producir este tema suyo, significándole que admiraba sus trabajos. Además le contó cómo compuso esa melodía. Fue una tarde en Marruecos, adonde se habían desplazado a hacer turismo él y su esposa, Nancy. La inclemencia del tiempo les impidió realizar una excursión. Paul se marchó al hotel y allí, en su habitación, es donde pergeñó la letra de "My Valentina" y sus notas musicales.
Michael Bublé está muy contento con la gira que emprendió para promover ese último disco, y más ilusionado aún por la espera de su cuarto hijo.