Menú

El actor Luis Lorenzo y su pareja ya habían intentado llevarse a la anciana anteriormente: "Ella les tenía miedo"

La familia de la anciana envenenada relata cómo la apartaron de la familia. Una truculenta historia que acabó con "un escándalo" en pleno funeral.

La familia de la anciana envenenada relata cómo la apartaron de la familia. Una truculenta historia que acabó con "un escándalo" en pleno funeral.
Luis Lorenzo | Efe

El juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 9 de Arganda del Rey ordenaba este viernes la libertad provisional del actor Luis Lorenzo y su pareja, acusados de asesinar a la tía de ésta, tras haberla envenenado con metales pesados. Los cargos, sin embargo, se mantienen. De hecho, la jueza les ha retirado el pasaporte para evitar que huyan de España, además de obligarles a comparecer semanalmente en los juzgados con el fin de no perderles la pista mientras duran las investigaciones.

El secreto de sumario impide conocer con detalle el relato que la magistrada maneja de lo sucedido. Sin embargo, la familia de la anciana ha ido filtrando ya los retazos más importantes de la truculenta historia protagonizada por el actor de conocidas series como La que se avecina, El Comisario u Hospital Central, que, además, demostraría que ya un año antes habían intentado llevársela a Madrid.

"Isabel les tenía miedo", asegura en una entrevista concedida al diario El Mundo Chelo, cuñada de la anciana asesinada. Fue su marido precisamente el que solicitó una autopsia al sospechar que su hermana no había fallecido por causas naturales. Y no se equivocó, porque el examen forense confirmó que, efectivamente, había sido envenenada.

"Era muy mala gente"

Según su relato, el plan perpetrado por su sobrina y Luis Lorenzo comenzó en febrero o marzo del año pasado. Por aquel entonces, Isabel llamaba todos los días a Chelo para ver cómo estaba, puesto que acababa de someterse a radioterapia. Un día, sin embargo, no lo hizo. Extrañados, trataron de localizarla en el fijo y en el móvil, pero no hubo suerte, así que uno de sus hermanos, el que vivía más cerca, decidió acercarse hasta su casa.

La vecina le dijo que Arantxa y Luis se habían presentado allí la noche anterior. Al parecer, Isabel no les abría. "Ella no quería verlos. Otra vez habían venido y tuvieron que dormir en el coche con los niños porque ella no les abría. Les tenía miedo", explica Chelo. Aquella noche, fue la vecina la que acabó abriéndoles la puerta: "Subieron, tuvieron un gran jaleo y por la mañana se marcharon en el coche".

Sobre el porqué de ese temor, apenas aporta detalles, aunque todo lo centra en su sobrina. "Todos sabíamos que era muy mala gente, se portó malísimamente mal con su padre y el padre no quería saber de ella", relata.

La denuncia por desaparición

Arantxa y Luis se llevaron a la anciana a Madrid, y nunca cogían el teléfono: "Una vez, mi marido le dejó un mensaje al contestador: ‘Por favor, quiero hablar con mi hermana Isabel, porque quieren comprarle una finca’, dijo a ver si así picaban. Contestó él: ‘Soy Luis. Soy el tutor de Isabel. Si siguen molestando, busquen un abogado’.

Fue entonces cuando Chelo y su marido decidieron poner una denuncia por desaparición. La Guardia Civil no consiguió entrar en la casa de Rivas-Vaciamadrid en la que supuestamente la tenían encerrada, y no volvieron a saber nada de ella hasta el verano.

El 28 de junio de 2021, recibieron una llamada del juzgado donde habían puesto la denuncia para que se personasen en las dependencias. De camino, fue su propia hija la que les reveló el motivo de la citación. "¡Que trajeron a Isabel muerta!", les espetó su hija por teléfono. "Puede imaginarse el shock de mi marido, llorando, gritando...", recuerda Chelo totalmente consternada.

Supuestamente, la anciana, de 85 años, había fallecido por causas naturales. "Nos pareció muy raro, porque mi cuñada estaba perfectamente", explica la mujer, tras apuntar que, hasta que se la llevaron, Isabel iba todos los jueves a vender con su carrito a la plaza de Oviedo. Ante sus sospechas, decidieron pedir una autopsia y fue entonces cuando descubrieron la causa real de la muerte: "envenenamiento por plomo".

Objetivo: quedarse con la herencia

Según dice, la querían por su dinero. "Por otra cosa, nada". Isabel tenía un piso en Grado, 60.000 euros en la cuenta corriente y algunas fincas. Hasta que se la llevaron a Madrid, tenía un testamento en el que le dejaba todo a su madre, que todavía vivía por aquel entonces, y a sus hermanos. A Arantxa no le dejaba nada. Curiosamente, un mes antes de morir, la anciana cambió el testamento en favor de su sobrina, algo que nadie se explica.

Al parecer, en agosto de 2020, en plan pandemia, la pareja también intentó llevársela a Madrid. "Mi cuñada pudo escapar y se vino sin ropa ni nada, con una chaqueta de lana", relata para mostrar el rechazo que a Isabel le producían Luis y su sobina.

A pesar de todo, en el funeral, Arantxa no dudó en dedicarle unas palabras: "Murió con su sobrina más querida". Una frase que hizo estallar a otra de las hermanas de la fallecida. "Le dijo que si no le daba vergüenza con lo que sabíamos todos". El resultado, una bronca de campeonato en plena misa: "Un escándalo y gordo".

Temas

En Chic

    0
    comentarios