El famoso grupo británico de rock The Rolling Stones visitó el pasado lunes la mítica estatua del Ángel Caído ubicada en el madrileño Parque de El Retiro, la única estatua que hay dedicada a Lucifer en un espacio público en todo el mundo.
El Ayuntamiento de Madrid detalló que esta fue una de las recomendaciones a los organizadores de la visita de ‘sus satánicas majestades’ a Madrid hace ya varios meses, cuando se reunieron con el Área de Cultura, Turismo y Deporte, que dirige Andrea Levy, con el fin de organizar una agenda para que el grupo y sus acompañantes pudieran disfrutar de lugares emblemáticos de la ciudad.
El grupo, que ya aterrizó el pasado jueves en Madrid para comenzar el 1 de junio en la capital con su gira europea "Sixty", ha publicado en su red social de Instagram una foto de la estatua con el mensaje "Simpatía por el diablo en Madrid ¡Los Stones están en la ciudad! ¡Comienza la cuenta atrás para el primer show!".
Mick Jagger, Ronnie Wood y Keith Richards están aprovechando cada segundo en la ciudad. La banda al completo se dio cita en uno de los restaurantes de moda de la ciudad para disfrutar de una agradable cena y posterior fiesta flamenca en su honor, en la que contaron con la presencia de algunos de sus familiares, con los que han viajado hasta nuestro país.
También contaron con la presencia de algunos rostros conocidos de la música española como fue el caso del flamenco Israel Fernández. Tras varias horas en el interior, los músicos fueron abandonando el restaurante para volver al hotel en el que se hospedan.
Los primeros en retirarse de la fiesta fueron Keith Richards y su mujer, Patti Hansen, que salieron del restaurante rodeados de un grupo de amigos. Más tarde, el mismo Mick Jagger se subió rápidamente al coche que le esperaba en la puerta para llevarle de vuelta al hotel, regalando una sonrisa a los fotógrafos a pesar de que su intención era que no se le viera abandonando la fiesta.
También su hija, Georgia May Jagger, estaba entre los invitados al 'sarao', pero intentando pasar desapercibida, salió protegida por su enorme guardaespaldas, dejando ver tan solo su coleta rubia.
Presumiendo de familia feliz, Ronnie Wood acudió a la cita junto a su mujer Sally Wood y sus dos hijas gemelas de 6 años, Grace y Alice, con las que horas más tarde salieron de la celebración de lo más sonrientes. Mientras el mítico guitarrista llevaba de la mano a una de las pequeñas, la modelo cogía en brazos a la otra, visiblemente cansada tras una noche muy especial.
