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Las andanzas madrileñas de Ernesto de Hannover con la hija de Pitita Ridruejo

Ernesto de Hannover se deja ver en Madrid con Claudia Silianopóulos.

Ernesto de Hannover se deja ver en Madrid con Claudia Silianopóulos.
Ernesto de Hannover y Claudia Stilianopoulos. | Gtres

Ernesto de Hannover visita a menudo Madrid desde hace alrededor de un año, cuando se descubrió que mantenía relaciones con Claudia Stilianópoulos, hija de la difunta Pitita Ridruejo, pintora de profesión. Parece que el príncipe alemán busca piso, en vez de hospedarse en hoteles de cinco estrellas como hasta ahora, con el propósito tal vez de que esa íntima amistad con Claudia se afiance aún más.

Ello nos lleva a preguntarnos si en su ánimo está oficializarla y resolver su complicada unión con Carolina de Mónaco, con quien contrajo matrimonio en 1999, permaneciendo hace tiempo separados, desde 2008, sin que ninguno de los dos "mueva ficha" y decida pedir el divorcio.

Carolina, posiblemente no tenga prisa alguna en firmar la disolución matrimonial, encantada con seguir considerada princesa de la Casa de los Hannover. Y Ernesto, al menos hasta ahora, no ha dicho "ni mú" acerca de esa duradera ruptura. Hace lo que le viene en gana, como si estuviera soltero, sin obligaciones familiares. Cierto que tiene tres hijos, los dos mayores fruto de su primer desposorio con la millonaria Chantal Hochuli, de nacionalidad suiza, de la que sí se divorció.

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Hannover y su pareja en plena bronca | Archivo

El primogénito, que lleva su mismo nombre, mantiene con su padre un largo contencioso, acusado de vender gran parte del patrimonio familiar sin consultarle. Resulta que en 2004, en un raro rasgo de lucidez, Ernesto de Hannover, con el objeto de proteger la fortuna familiar, traspasó a Ernesto Jr. la gestión de todas sus posesiones. Pero el embrollado asunto no se ha aclarado del todo todavía. Y con el segundo de sus retoños, Christian, mantiene un trato no excesivamente cálido. Queda la niña, Alexandra, la que tuvo con Carolina de Mónaco, a quien ve poco. No es un padre ejemplar que digamos y sus escándalos motivados por su alcoholismo son frecuentes. Cuando está sobrio, quienes lo conocen, dicen que es encantador.

En el aeropuerto de Barajas, hace año y pico montó un cirio cuando iba junto a Claudia Stilianópoulos y unos reporteros trataron de hacerles unas fotografías. La pobre Claudia no sabía donde meterse, avergonzada. Pero por lo visto se quieren mucho. Lo que suceda con esta relación es algo impredecible, dada la idiosincrasia de este aristócrata germano al que ninguna mujer ha conseguido atarlo en corto.

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