El sábado Ana María Aldón acudió, en calidad de colaboradora habitual, al programa Viva la vida de Telecinco. Y lo hizo para alimentar la polémica, asegurando que comprendía a Rocío Carrasco cuando hablaba del amor que sentían sus padres... de hecho, se ponía en su lugar porque su marido muchas veces ha confesado públicamente que el gran amor de su vida es Rocío Jurado. Ana María reflexionó en voz alta sobre qué pensaría su hijo el día de mañana cuando leyera o escuchara esas declaraciones de su padre.
Pero quizá para tratar de mitigar la polémica y los rumores de que el matrimonio ha llegado a su fin, Ana María Aldón aprovechó el domingo para lavar el coche y dejarse ver junto a su marido. Ella y José Ortega Cano se han desplazado a una gasolinera, donde la diseñadora se ha bajado del coche y, con ayuda de una manguera, lavó el exterior del mismo.
Llevar tacones de aguja no le ha impedido moverse con soltura alrededor del coche mientras José Ortega Cano esperaba dentro. Un plan cotidiano que nada tiene que ver con lo que nos tienen acostumbrado, ya que minutos más tarde el camino de ambos se separó porque la colaboradora acudía a sus recados y el torero a la plaza de toros de Las Ventas.
Ortega, cabizbajo
Tras la emisión de los dos primeros capítulos del documental En el nombre de Rocío, todas las vistas están puestas en los familiares mediáticos de Rocío Carrasco, pero también en José Ortega Cano. Del torero se siguen insinuando actitudes y detalles en los platós de televisión, pero lo más sorprendente son las palabras de Rociíto, que aseguró que su madre se murió enamorada de Pedro Carrasco -y viceversa- y que ese matrimonio no debió de ocurrir nunca.
Unas declaraciones durísimas que, de nuevo, ponen en la palestra mediática a Ortega Cano, que ofrece el aspecto de un hombre que está cansado de todo lo que se dice de él y su familia.
Este domingo, José Ortega Cano decidió cumplir con sus compromisos profesionales y se presentó en la plaza de toros de Las Ventas para disfrutar de su pasión por los toros. Ya es tradición que el maestro acuda los domingos para ser partícipe de las corridas de toros, rutina que intenta que siga en pie pase lo que pase.
Además, no solamente han sido duras las declaraciones de Rocío Carrasco, también las de su mujer, que dijo el pasado sábado que su hijo "cuando crezca y vea que su padre dice que su gran amor es Rocío Jurado, no sé cómo se lo tomará". El torero no ha querido desvelar cómo se siente y decidió entrar directamente en la plaza de toro cabizbajo.