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Rocío Carrasco, sobre el origen de Raquel Mosquera: "Que cuente su pasado en Alemania"

El tercer episodio de En el nombre de Rocío está centrado en la figura de Pedro Carrasco y su matrimonio con la peluquera.

El tercer episodio de En el nombre de Rocío está centrado en la figura de Pedro Carrasco y su matrimonio con la peluquera.
Pedro Carrasco y Raquel Mosquera | Gtres

Raquel Mosquera es la gran protagonista del nuevo capítulo de En el nombre de Rocío que se ha estrenado esta semana en Mitele plus. En esta nueva entrega, Rocío Carrasco hace un repaso sobre la vida de su padre, sus logros, los últimos coletazos del matrimonio junto a su madre Rocío Jurado y el gran conflicto que los separó durante los últimos años de su vida. "Se han puesto mentiras en la boca de mi padre por parte de su viuda", asegura la protagonista, que está dispuesta a desmontar cada una de ellas.

Mientras que todos recuerdan con cariño y felicidad el matrimonio del boxeador con 'la más grande', palabras menos bonitas tienen cuando se refieren a su segunda mujer, Raquel Mosquera, a la que acusan de separarlo de su familia y sus amigos. Es el caso de Antonio, hermano de Pedro Carrasco, y Jimmy Giménez-Arnau, amigo íntimo del boxeador: "Yo prefiero no hablar de esta señora. No quiero recordar nada de eso. Cuando estuvo con ella dejó de tener contacto con nosotros y perdió a todos sus amigos", rememora Antonio. Por su parte, Giménez-Arnau asegura en el documental que se trató de una relación cariñosa, basada en el físico, en la que no había amor: "Ella estaba buenísima y le ponía mucho a Pedro. Pero Pedro siempre fue muy noble con Raquel, las cosas como son. Pero enamorado no estuvo".

Rocío Carrasco en cambio, recuerda con cariño los primeros años junto a Raquel, 'la barbie’, como la llamaban sus primas de Chipiona: "Nosotros teníamos por costumbre ir a comer los domingos a un chino, en uno de esos domingos trae a Raquel, aunque él ya me había comentado que tenía una novieta. Aprovechó ese día para presentármela. Mi madre creo que se entera por él aunque ya le habían llegado noticias (…) Era una chica joven que era la novia de mi padre, aunque veía cosas que me descuadraban, nos llevábamos bien. Él la quería, estaban a gusto".

Pese a no querer profundizar en el tema, Rocío insinúa historias hasta ahora desconocidas del pasado de Raquel Mosquera. La entrevistadora Ana Isabel Peces, directora del documental, pregunta a Rocío: "¿Sabes dónde conoció tu padre a Raquel?", a lo que ella responde irónica: "No". Tras una pausa, añade: "Lo que sé es que lo que ha contado ella no es verdad". Además, anima a "la peluquera" a que cuenta la verdad sobre su pasado en Alemania: "Ella tiene que contar su historia. Cuando vivía en Alemania, cuando sus padres se tuvieron que venir de Alemania con ella muy pequeña… Ella tiene que contar muchas cosas de su vida y deje de hablar de mi padre".

La última reunión con Pedro Carrasco

Uno de los capítulos más polémicos de la historia de Rocío Carrasco con su padre es último encuentro que tuvieron antes de su trágico fallecimiento el 27 de enero de 2001. Mientras que su hija siempre ha sostenido que su última conversación fue cordial y lograron limar asperezas después de meses sin hablarse, su viuda, Raquel Mosquera, contó que la velada terminó con Pedro Carrasco abandonando la casa al grito de: "Yo a esta hija de puta no la veo más" mientras hacía "eses con el coche".

En el documental se mostraron imágenes de Raquel Mosquera en televisión días antes de la muerte de su marido y después de la comentada reunión, donde habla maravillas de la relación entre el padre y la hija, algo que contrasta con lo que ha contado posteriormente: "Ahora ha cambiado su discurso porque no tienen escrúpulos ni sentimientos hacia esa persona que fue su marido. Porque si los tuviera, no habría hecho conmigo lo que ha hecho. Ella no tiene conmigo no tiene ningún tipo de deferencia, no sé si tendrá que ver su situación (refiriéndose a su enfermedad mental). Cuando la conocí yo ya veía cosas que no me cuadraban", comenta la hija de Pedro Carrasco.

En unas memorias publicadas en semana, Raquel señala a Fidel como el causante del cambio de su relación con Rocío, con la que asegura que al comienzo de su relación con Pedro "tenía una bonita amistad": "¡Pero si ella no conoce a Fidel!", responde Rocío. "Si soy yo la que dejo de hablar a mi padre. Aquí lo que pasa es que cuando mi padre fallece ella se porta muy mal conmigo, de una manera muy zafia, ella tiene un interés y ella tiene que seguir abonando ese interés porque sabe que sino mediáticamente no es nadie. Por eso se pone públicamente del lado de el ser".

Niega también que su padre se refiriese a ella como "hija de puta", ya que esa palabra no formaba parte del vocabulario de padre y mucho menos para referirse a ella: "Cualquiera que conociese a mi padre, un poquito, sabe que sería incapaz de referirse a mi de esa manera (…) Todo lo que ha contado de esa noche es mentira. Yo tengo ese encuentro con mi padre porque hago caso a Fidel, porque yo al principio no quería, y creo que es una de las mejores conversaciones que yo tuve con mi padre. Fue reparadora, fue sanadora y que si no hubiese ocurrido yo hoy por hoy no me lo hubiese podido perdonar y creo que hay que ser muy ruin y muy zafio para usar ese momento para decir todo lo contrario y culparme a mi de la muerte de mi padre. No hay que tener moral para hacer eso". Con respecto a los de las eses y el coche, añade: "Ella sabe muy bien lo que bebe y la cantidad que bebe porque ella se encargaba de servírselo".

Destapa también una supuesta exclusiva que Raquel Mosquera tendría pactada en la que también estarían involucrados sus hijos, David y Rocío Flores: "Ella lo que quiere es que yo lleve a los niños a un determinado sitio en el que ella iba a avisar a determinados fotógrafos para que ese momento lo captaran. Yo de eso me entero y me dicen que se está negociando la posible visita de los nietos al abuelo, y me callo y decido que mi padre los va a ver pero que sea en mi casa".

El conflicto con la herencia

El distanciamiento definitivo entre Raquel y Rocío llegó tras el fallecimiento de Pedro y el reparto de sus bienes. El boxeador murió sin testar, motivo por el que tuvo que hacerse un convenio regulador de la herencia en el que su hija no quedó muy contenta: "Su viuda tiene una cuota de viudedad y la heredera soy yo. Se hizo un cuaderno particional donde se reparte su cuota y los bienes que hay, yo le digo a ella que de todos los trofeos que tenía mi padre, me gustaría tener el cinturón de campeón del mundo. Que ella si quiere que me haga un réplica y que se quede con el original, pero eso nunca sucedió. Ni me dio el original ni me dio la réplica. Me da pena porque eso es de no ser buena persona".

Raquel también se habría comprometido a entregar a Rocío unas fotografías de su padre en las que aparecía junto a Rocío Jurado y junto a sus abuelos paternos: "Ella me hace llegar un sobre con 20 fotos de mi padre cuando era joven. No eran las que yo le pedía".

Concluye el episodio asegurando que su padre se arrepintió ya no solo de haberse casado con Raquel, sino también de haberla conocido: "No sé con cuál de las dos me quedo, pero estaba arrepentido. Y sé porqué lo digo. (…) Yo estoy segura de que el término que ella dice que mi padre dijo para referirse a mi cuando salió de mi casa (hija de puta), sería el término que él usaría para ella si la viese hoy por hoy".

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