Menú

Camilo y Evaluna: dos años casados y padres de una niña

Camilo ha iniciado una gira musical, "De adentro pa’ fuera", que lo llevará estos días a distintas capitales españolas.

Camilo ha iniciado una gira musical, "De adentro pa’ fuera", que lo llevará estos días a distintas capitales españolas.
Evaluna Montaner y Camilo | Cordon Press

Camilo es una de las últimas sensaciones musicales. Cantautor colombiano, de los más populares en Hispanoamérica, que también goza de gran afición femenina en España, desde que se escuchara su primer disco, "Por primera vez". Combina en su repertorio pop latino, reguetón, bachata, ranchera y por supuesto cumbia, el ritmo más tradicional de su país. Es un intérprete fácil de reconocer físicamente por su gran bigote daliniano. Enamoradísimo, según declara, de su esposa, la cantante, actriz y bailarina venezolana Evaluna Montaner, que han sido padres de una niña el pasado mes de abril. Camilo ha iniciado una gira musical, "De adentro pa’ fuera", que lo llevará estos días a distintas capitales españolas, actuando asimismo en otras veinte del continente europeo. Un nuevo ídolo que conquista a su audiencia con temas de su propia cosecha; letras que siempre hablan del amor como argumento universal, expresado con mucha sensibilidad con su espléndida voz.

Pero ¿quién es Camilo, de dónde viene, cuáles fueron sus orígenes? Llamado Camilo Echeverry Correa, vino al mundo en Medellín, Bogotá, hace veintiocho años. Con sólo trece ganó un concurso de noveles. Se hacía llamar con su nombre y primer apellido. Pero cuando sus composiciones fueron popularizándose decidió ser conocido sólo por su apelativo. Sería Camilo, a secas. Se dejó crecer un mostacho que, con el tiempo, pareciera el de un sosias de Salvador Dalí. Contaba el gran pintor de Cadaqués que a diario tenía que disponer de bastantes minutos para enderezar aquel bigote de puntas enhiestas, lo que conseguía untándolas en miel. A riesgo de que acudieran moscas, como en un panal, proporcionando al artista un desasosegado placer. Operación que más que posiblemente realice este Camilo colombiano, aunque no nos haya dicho si recurre al mismo ungüento. Podría ser también una crema especial. Con ese aire, el intérprete tiene un aire de indiano antiguo, aunque recorra los escenarios como un galán del pop. Me ha hecho gracia que en su país llamen a ese aditamento capilar que usa "bigote de manillar", comparación que nos parece acertada recordando el de las bicicletas de los ciclistas profesionales.

Camilo, de pequeño, hurgaba entre los vinilos de sus padres, escuchando tanto canciones de Los Beatles o los Pink Floyd como más folclóricas y costumbristas de Facundo Cabral y Mercedes Sosa, entre otros artistas hispanos. Se aficionó a música tan diversa y él mismo, autodidacta, comenzó a urdir composiciones propias. Hace tiempo que no sólo interpreta las suyas, sino que proporciona otras a quienes se las demandan.

Tenía Camilo una novia, Gabriela Andrade, cuando todavía el futuro ídolo era barbilampiño. Guapete, muy romántico. Un año de relaciones mantuvieron, a partir de 2013. Pero las interrumpieron. Gabriela estaba "colada" por Camilo, no lo ha olvidado, pese a estar ya casada, madre de dos hijos. La prueba es que tiene en Instagram fotografías del pasado con él y no ha querido eliminarlas. Su marido la comprende.

Respecto a Camilo, tras romper con Gabriela, conoció en 2014 a su futura esposa, Evaluna, hija del cantante venezolano Ricardo Montaner. Fue durante un evento en Colombia cuando se conocieron, ejerciendo ambos de presentadores. Se gustaron. Ella tomó la iniciativa, pidiéndole el número de teléfono a través de su cuenta de Twitter. Y ahí comenzó un noviazgo de más de dos años que fructificaría en boda, tras la petición que él le hizo en una sala de cine, por ser allí donde iniciaron su relación. La ceremonia tuvo lugar en Miami (donde Camilo había sentado sus reales a partir de 2013), al aire libre, en el transcurso de la cuál se escucharon las voces de los hermanos de Evaluna, Mau y Ricky Montaner, asimismo cantantes. Si no se casaron antes fue a causa de que ella aún mantenía un vínculo sentimental. Dejó a aquel novio cuando ya estaba segura del amor que había despertado en ella Camilo.

evaluna-camilo-1.jpg

El nacimiento de su hija, queda dicho fue en abril pasado. Respecto al parto se ha difundido algo que puede producir, amén de sorpresa o incredulidad, un cierto rechazo. El propio Camilo ha declarado que su esposa se comió la placenta, ingiriendo en cápsulas - ¿…? - el órgano que la unía a su bebé. Parece ser que no ha sido ni la primera ni la última en hacerlo, citándose a Kim Kardashian en esa práctica cuando tuvo su segundo embarazo. No nos parece, de entrada agradable, pensar en tal cuestión, a la que ni el cantante colombiano y su esposa dan demasiada importancia. A su niña la han inscrito como Índigo, comentando que es un nombre tanto válido para un varón como para su pequeña. Otra originalidad.

A poco de dar a luz, y transcurrida la cuarentena, Evaluna decidió tatuarse con el nombre de su marido caligrafiado por él mismo. Una prueba más del amor y la admiración que siente hacia Camilo, que no la primera. Ambos se tatuaron hace tiempo un barquito de papel, símbolo de cuándo él le hizo su petición matrimonial, comentándole: "Yo era un náufrago antes de conocerte". Algo cursi, la verdad. Pero ambos expresan sus sentimientos con absoluta normalidad. Él, por otra parte, tiene una educación cristiana y quiere comportarse siempre defendiendo en sus canciones un amor limpio y sincero. Es feliz ahora que se siente también muy querido en España, después de haber grabado a dúo "Nasa" junto con su admirado Alejandro Sanz.

En Chic

    0
    comentarios