La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Isabel González, Carlos Pérez Gimeno y Beatriz Cortázar para abordar largo y tendido toda la actualidad social de la semana. Incluyendo el recién estrenado nuevo capítulo de En el nombre de Rocío, dedicado casi íntegramente a atizar a Rosa Benito y Amador Mohedano y a mostrar una faceta relativamente desconocida de Fidel Albiac, el marido de Rocío Carrasco.
Un nuevo episodio que demuestra -así lo contó la subdirectora de Es la mañana de Federico, Isabel González- que lo importante es atizar "a todos los que no están de acuerdo con Rocío Carrasco, criticando a su familia -la jauría- y contar su realidad, que no es la que habéis vivido todos".
No obstante, por el camino Rocío Carrasco va dejando todo tipo de "víctimas colaterales". Si la semana pasada todo se concentró en Ortega Cano, haciendo perder los nervios al torero debido también a su crisis con Ana María Aldón, ahora Rocío apunta directamente a Amador, Rosa y "lo bueno que era Fidel Albiac en asuntos relacionados con la música".
Rocío explica así cómo ella y su marido tomaron las riendas de la carrera de su madre en la última etapa, desplazando poco a poco a Amador hasta su práctica desaparición en los asuntos musicales de Rocío Jurado. Incluyendo un último concierto controlado exclusivamente por ellos: "Al principio a Amador Mohedano le gusta la información el proyecto, pero que se va a casa y alguien le calienta la cabeza y apunta a Rosa Benito".
Rocío se dedica entonces a ensalzar la faceta de "productor musical" y creador de Fidel justificando así haber apartado a su tío. Un asunto del que Rosa Benito, a preguntas de esRadio, no ha querido manifestarse para -tal y como contó Isabel González- "no echar más leña al fuego".
Gran parte del relato de Rocío se centra en el último gran concierto de Rocío Jurado organizado por el matrimonio. Un evento que -lo contó la periodista Beatriz Cortázar- fue "motivo de disputa" porque fue el concierto en el que se "quitan de en medio a Amador en favor de Fidel", y un acto donde "Rocío Jurado ya no estaba bien, lo pasó mal".
Pese a ese declive de salud, la cantante acometió su labor con profesionalidad, pero el resultado distó mucho de lo contado por Rociíto: "Ella lo cuenta de una manera porque es una mujer enamorada que adora a su pareja. Mi duda es si le van a hacer un monumento a Fidel", dijo con ironía la periodista en esRadio.